El gobierno de Italia está listo para implementar "una verdadera política industrial en el sector automotriz a través de un diálogo serio y cercano" con los sindicatos y las empresas, incluso sobre incentivos e inversiones.
Así se comprometió el ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, quien pretende perfilar en los próximos doce meses "una serie de actividades legislativas para finalmente configurar una política industrial en el país, que falta desde que fueron desmanteladas las participaciones estatales".
"Hasta la fecha, más del 80% de los incentivos se destinaron a los automóviles realizados en el extranjero", subrayó el ministro, hablando ante Federmeccanica y FIOM, FIM Y UILM, las cámaras industriales y gremiales del sector autos.
"Los incentivos a la electricidad no aumentaron las ventas, hoy son autos de lujo, pero no quiero que sea así. Quiero averiguar cómo calibrar bien los incentivos, que sobre todo deben servir para desechar vehículos que contaminan. Tengo que trabajar con sindicatos y empresas para una política industrial, que también se hace con incentivos", apuntó. Acerca del costo demasiado alto de los autos eléctricos habló también el director general de Stellantis, Carlos Tavares, durante el Freedom of Mobility Forum, un encuentro con expertos de todos los sectores convocados para enfocarse en los problemas de la transición ecológica.
"El verdadero desafío es de accesibilidad a los coches eléctricos. Hoy, las materias primas para producir las baterías son pocas y caras", destacó Tavares, quien también hizo hincapié en la necesidad de resolver el problema de las energías limpias.
Esa cuestión, a juicio de Tavares, es la primera que debe abordarse si se quiere encontrar una solución a las emisiones".
Además, el director general de Stellantis también insistió en la necesidad de "no ser dogmáticos".
"La electricidad es la autopista, pero hay que ir poco a poco", reiteró, por su lado, el ministro de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto, quien no quiere hablar de la batalla que perdió Italia en Europa.
"Yo creo es un acierto que, desde 2035, continúen los motores endo-termos", dijo.El estudio elaborado por el Observatorio Nacional del Automóvil, presentado por Federmeccanica con los sindicatos, subraya cómo el impacto es "proporcionalmente mayor para Italia respecto a otros países automotrices, por la fuerte presencia de empresas relacionadas con el 'powertrain' del motor de combustión interna".
El compromiso de Urso da una respuesta a los temores de los sindicatos.
"Existe una creciente preocupación por una industria que se verá desbordada por la transición ecológica y que necesita opciones claras y coherente de la política", observó el secretario de la Unione Italiana Lavoratori Metalmeccanici (UILM), Rocco Palombella.
Por su parte, el número uno de Federazione Impiegati Operai Metallurgici (FIOM), Michele De Palma, pidió al Gobierno "que abra negociaciones con los sindicatos y empresas para producciones que cumplan con el objetivo de emisiones y que garanticen el empleo".
"El gobierno, en lugar de detener Decisiones europeas, debe pedir a Europa medidas de apoyo financiero e industrial mucho más fuertes", aseveró el secretario de Federazione Italiana Metalmeccanici (FIM), Roberto Benaglia.
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