Tras una breve deliberación, el juez Filippo Lagrasta también le ordenó revocar su permiso de conducir y pagar todas las costas judiciales.
Rieke, de 62 años, fue acusado de homicidio con vehículo con la agravante de fuga tras haber huido con su camión del lugar del accidente hacia Alemania.
Posteriormente, también gracias al uso de cámaras y de imágenes filmadas por un testigo, fue identificado y detenido por la policía de Vicenza.
En la sala, el fiscal Roderich Blattner había pedido cinco años de prisión, mientras que en diciembre pasado el juez de instrucción había rechazado la petición de un acuerdo de culpabilidad de 3 años y 11 meses de prisión presentada por los abogados de Rieke.
El camionero había sufrido un derrame cerebral en mayo pasado, unos días antes de la primera vista del proceso en su contra y el juez, dada su grave estado, había revocado su arresto domiciliario.
La esposa, la madre y los tres hermanos de Rebellin ya fueron indemnizados por la compañía de seguros del camión conducido por Rieke, quien se encuentra actualmente hospitalizado en Alemania.
La esposa de Rebellin, Francoise Marie, la madre del ciclista, Brigida Gattere, y su hermano Carlo, acompañados por su abogado, Davide Picco, y por Alessio Rossato, consultor de Vicenza de Studio3A-Valore S.p.A, estuvieron presentes en la audiencia.
Los informes mostraron que el accidente se debió a que el conductor del camión no utilizó las luces intermitentes para girar.
Rieke supuestamente se bajó del vehículo y se acercó dos veces a pie a Rebellin, pero luego se alejó sin ayudarle y recorrió carreteras rurales hasta Alemania para intentar evitar ser descubierto.
"Estamos medianamente satisfechos con el alcance de la pena impuesta, teniendo en cuenta las leyes sobre homicidios en carretera. La fiscalía de Vicenza realizó un trabajo importante y los acusados ;;cumplieron además ocho meses de prisión, lo que es muy raro en estos casos", afirmó Rossato.
"Aunque lo hubieran condenado a diez años, lo cierto es que Davide no nos lo habría devuelto, no habría regresado", completó Rossato.
A su vez, Enrico Ambrosetti, abogado defensor de Rieke, destacó que "se trata esencialmente de la pena que habíamos propuesto dos veces en el acuerdo de culpabilidad".
"Me gustaría señalar que, al no aceptarse el acuerdo de culpabilidad, se perdió el tercio del ritual. Sin embargo, el Tribunal reconoció correctamente las dos circunstancias atenuantes, la de indemnización del daño y las genéricas, que no fueron aceptadas por el juez de instrucción. La pena es proporcionada, pero sigue siendo una historia triste", concluyó Ambrosetti.
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