El entrenador de Inter, Simone Inzaghi, admitió haber mantenido contactos con líderes de la Curva Norte tras ser convocado como persona informada de los hechos en la investigación que llevan adelante los fiscales de Milán para establecer los vínculos entre los fanáticos más radicalizados del "nerazzurro" y del Milan con técnicos, jugadores y dirigentes de ambos clubes.
En su declaración testimonial, Inzaghi reconoció haber conversado telefónicamente con Marco Ferdico, quien estaba a cargo de la Curva Norte y es uno de los 19 detenidos en la causa, y que también lo hizo con otros líderes de la barrabrava de Inter, que hablaban no solo con él, sino con los dirigentes y con jugadores el plantel, pero aclaró que nunca se sintió amenazado por estos.
Inzaghi fue citado a declarar hoy debido a que en un llamado interceptado por la justicia en el cual Ferdico le solicitó al DT que intercediera con el presidente del club, Giuseppe Marotta, para conseguir más entradas para los aficionados de la Curva Norte para la final de la Champions que Inter disputó y perdió frente a Manchester City en Estambul en la pasada temporada.
En esa llamada, que se remonta al 26 de mayo de 2023 (la final se jugó el 10 de junio), Ferdico le habló en este tono al entrenador: "Interviene con el club, o mejor directamente con Marotta para que nos asignen 200 entradas más", a lo que el técnico le respondió prometiéndole que hablaría con el mencionado directivo.
Ferdico, hoy detenido y acusado de asociación ilícita agravada por facilitación mafiosa debido a los vínculos de la Curva Norte con la mafia calabresa ('Ndrangheta), le anticipaba también que debido a la falta de entradas, los fanáticos de esa facción preveían realizar "una huelga" en aquella final del torneo continental.
"Se lo haré breve, señor... Nos dieron mil entradas y después de hacer los cálculos detectamos que precisaremos unas 200 más para estar seguros ¿Será posible obtener esas entradas adicionales?.
Ese es mi pedido", explicaba Ferdico, a lo que Inzaghi le respondió que hablaría con el vicepresidente del club, Javier Zanetti, y con Marotta y se comprometía a llamarlo apenas supiese algo.
Finalmente, los integrantes de la Curva Norte obtuvieron 1.500 entradas para aquel partido, una situación a la que Inzaghi se refirió hoy durante su declaración al destacar que no era lo mismo que el equipo saliera a la cancha alentado por 800 personas que por 1.500, sobre todo en una final de Champions y por ese motivo intercedió con la dirigencia.
Sí aclaró que nunca se sintió intimidado por el accionar de la barrabrava al declarar hoy durante largo rato y respondiendo a todas las preguntas de los encargados de la investigación que llevan adelante los fiscales Paolo Storari y Sara Ombra, que involucra también a los líderes de la Curva Sur del Milan y en la que mañana será llamado como testigo el argentino Zanetti.
Quien se refirió al tema hoy fue el ex delantero y ex entrenador italiano Francesco "Cicco" Graziani, campeón mundial con la "azzurra" en España 82 e integrante del combinado nacional que disputó la Copa del Mundo en Argentina en 1978, que supo jugar en Roma, Fiorentina, Udinese y Torino.
"Hay prepotentes y sujetos que pretenden apropiarse de un sector del estadio, pero nadie es dueño de nada. A la cancha uno va a divertirse, a apasionarse y a compartir el aliento, aunque lamentablemente hoy la mala vida se adueñó de las tribunas y esto no debería ser así. El Estado tendría que intervenir porque de otro modo este problema nunca se resolverá", aseguró.
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