"Desde 1969... Unidos, orgullosos y nunca dominados", dirá la nueva bandera que desplegarán en el estadio Giuseppe Meazza desde hoy los fanáticos de Inter que ocupan la "Curva Norte", según anticipan en un mensaje en el que prometen reorganizarse internamente tras haber sido descabezada por la justicia la cúpula de la facción más radicalizada de la parcialidad "nerazzurra".
"Resulta justo reconocer que como consecuencia de nuestro descuido en la gestión organizativa de la Curva Norte, corrimos el riesgo de echar por tierra 55 años de historia, pero saldremos más fuertes de esta tormenta judicial y mediática y conscientes de los errores cometidos", afirman en un comunicado que se dio a conocer horas antes del duelo Inter-Torino en San Siro.
En el mismo, los aficionados que ocupan ese sector del estadio Meazza anuncian una reorganización interna y prometen poner freno a los negocios ilícitos que impulsaron la investigación encabezada por los fiscales Paolo Storari y Sara Ombra y que derivó en la detención de 19 personas el lunes, incluidos los líderes de la "Curva Sur", ocupada por la barra brava del Milan.
Una investigación que intenta establecer hasta qué punto llegaban los vínculos entre dirigentes, entrenadores y futbolistas de ambos planteles con los jefes de las facciones más violentas de ambos clubes, que tenían lazos con la 'Ndrangheta (la mafia calabresa), la mayoría de los cuales fueron detenidos por orden de los fiscales.
Mientras avanza la causa por los delitos de asociación ilícita agravada con fines de facilitación mafiosa, extorsión, falso testimonio en documentos destinados al Poder Judicial, posesión y producción de documentos de identidad falsos, acceso no autorizado a sistemas informáticos, lesiones, golpes, riñas y resistencia a la autoridad, la "Curva Norte" se recicla.
Para refrendar sus intenciones, sus integrantes informaron en el comunicado que no volverán a reclamarle al club entradas de favor, que las mismas serán adquiridas y pagadas en forma individual y no serán revendidas, como reconocen que sucedía hasta ahora "por el apetito especulativo de algunos" de sus miembros.
"Nuestra realidad -admiten- cambió en el momento en el que el manejo de las entradas y las contribuciones a la Curva Norte se concentraron en unas pocas personas que controlaban y dirigían todas las cuentas, un sistema que se originó en el período de la pandemia (de Covid, Ndr) y le permitió a esos pocos gestionar un volumen cada vez mayor de dinero", explican.
"Esa centralización del poder escapó a la atención de los visitantes más frecuentes que, con total buena fe y aunque ya no tenían acceso a las cuentas, se beneficiaron de los servicios que aún garantizaban quienes gestionaban la economía de la Curva Norte", agregaron.
"Las entradas que se solicitaban a través de los canales habituales de distribución de Inter eran regularmente abonadas y la única ventaja que nos ofrecía el club, por exigencias de orden público y organizativo, era contar con un canal prioritario para adquirirlas con el interés común de permitir que los fanáticos más asiduos siempre estuvieran presentes donde fuera", explicaron.
"En virtud de ese 'servicio' que prestaban, los grupos tenían la facultad de exigir un sobreprecio cuyo beneficio se destinaba a cubrir eventuales gastos extraordinarios", completaron al destacar que a partir de ahora eso cambiará porque "la gestión será compartida por un representante de cada grupo y las entradas deberán ser compradas individualmente, sobre todo aquellas para los partidos que el equipo juegue como visitante".
De esa manera, indican, "la gestión de la Curva Norte será totalmente transparente y no volverá a darle espacio a especuladores y oportunistas que sacaban beneficios de actividades que la gran mayoría de nosotros desconocía y de las cuales nos enteramos cuando esta situación se dio a conocer a través de los medios".
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