"Nuestro servicio de seguridad sigue trabajando con la policía para identificar al resto de personas implicadas, que serán expulsadas definitivamente una vez localizadas", asegura una nota del club "colchonero" al día siguiente del derby de la capital española.
El partido fue interrumpido a los 69', cuando el arquero del Real Madrid, el belga Thibaut Courtois (ex jugador del equipo "colchonero"), se quejó ante el árbitro Mateo Busquets Ferrer de haber sido atacado por aficionados del Atlético Madrid que le arrojaron encendedores.
El DT del Atlético Madrid, el argentino Diego Simeone, y varios de sus jugadores intentaron calmar a los ultrás enojados, algunos de los cuales llevaban capuchas, mientras la voz del estadio pedía a los espectadores que dejaran de lanzar proyectiles.
Busquets Ferrer envió a los jugadores a los vestuarios luego del incidente registrado tras el gol del brasileño Eder Militao a los 64' para poner en ventaja al Real Madrid, mientras que el argentino Ángel Correa empató para Atlético Madrid en tiempo de descuento.
El partido se reanudó unos 10 minutos más tarde, después de que la calma regresara al recinto y luego que la voz del estadio alertara sobre el riesgo de suspensión definitiva.
Atlético Madrid indicó en su comunicado que incorporará "inmediatamente" a su normativa interna la prohibición de utilizar en el estadio cualquier elemento o vestimenta "que impida distinguir el rostro de una persona para ocultar su identidad".
Con esta norma, "las personas afectadas serán inmediatamente expulsadas del estadio", garantiza el texto.
"La firme convicción del club en poder erradicar todas las formas de violencia y nuestra defensa de los valores del deporte son indiscutibles", asegura el club "colchonero".
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