Sampdoria se dio el gusto hoy de eliminar en la Copa Italia a Genoa, al derrotarlo por 6-5 en definición por penales y tras haber igualado 1-1 en tiempo reglamentario en el "Derby della Lanterna", que volvió a enfrentarlos por primera vez después de dos años.
Descendida a la Serie B hace dos temporadas, situación que coincidió con el ascenso a Serie A del "Grifone", hoy Sampdoria rio último como reza el dicho, pues había comenzado perdiendo en el estadio Luigi Ferraris con un gol de Andrea Pinamonti a los 9'.
Los comandados por el campeón mundial Alberto Gilardino, no pudieron sostener la ventaja y a los 83' Fabio Borini igualó el marcador para los de Andrea Sottil y obligó a definir el pasaje a octavos desde los 12 pasos.
Antes de que eso ocurriera y cuando se jugaba tiempo de descuento, Simone Romagnoli dejó con diez jugadores a Sampdoria al ver la tarjeta roja por una falta desde atrás contra el nigeriano David Ankeye sumándole una dosis de dramatismo al cierre del clásico.
Más drama tuvo luego la definición por penales, en la que Genoa parecía presagiar su destino cuando Fabio Miretti falló el primero de la serie al rematar desviado, aunque Leonardo Benedetti le dio una vida más al ejecutar un disparo al medio fácil para el arquero Nicola Leali en el tercero de Sampdoria.
La lotería se definió en el séptimo penal para Genoa, rematado por Alessandro Zanoli y atajado por Marco Silvestri, quien de ese modo le pasó la responsabilidad a su compañero Antonio Barreca, que no falló y decretó la clasificación de Sampdoria a octavos, instancia en la que chocará con Roma en el Olímpico a inicios de diciembre.
Una tensa espera se vivió durante los remates desde los 12 pasos, en los que para Genoa convirtieron Mattia Bani, el noruego Emil Bohinen, el mexicano Johan Vásquez, Alessandro Vogliacco y el danés Morten Fendrup.
Por Sampdoria lo hicieron el mencionado Borini, el polaco Bartsz Bereszynski, Fabio Depaoli, Gennaro Tutino, Nikola Sekulov y el mencionado Barreca, que le permitieron celebrar a los fanáticos "blucerchiati" en una tarde tensa también en las adyacencias del estadio antes del clásico y fuera del mismo con el partido en marcha.
Según informaron fuentes policiales, como corolario de los desmanes que estallaron en una calle aledaña al Luigi Ferraris al menos una persona resultó herida, aunque no de gravedad.
Los primeros informes indican que los incidentes se originaron cuando los fanáticos de Sampdoria comenzaron a lanzar fuegos artificiales y otros objetos contra la policía, que intentaba evitar que se enfrentasen con sus pares de Genoa.
Al parecer, los ánimos se caldearon cuando los aficionados del "Grifone" desplegaron algunas banderas que le habían robado a los de Sampdoria de una de sus sedes.
En la cancha, la balanza comenzó a inclinarse rápidamente en favor del equipo que milita en primera división cuando un "regalito" de Romagnoli fue aprovechado por el croata Milan Badelj para habilitar a Pinamonti, que estableció el 1-0 a poco de iniciado el partido.
Pero a minutos del cierre, el ingresado Borini, asistido por Bereszynski, decretó la igualdad merecida para Sampdoria, que nunca bajó los brazos y había rondado varias veces el empate, aunque una tras otra chocó con un atento Leali, gran responsable de sostener la ventaja inicial de Genoa.
El revés en el clásico representó una nueva bofetada para el equipo de Gilardino, silbado por su propio público, que le reclamó mayor compromiso tras la derrota sufrida el sábado en campo del hasta entonces colista Venezia, ascendido a la Serie A esta temporada (junto con Parma y Como) en los "play-off" de la Serie B, en los que Sampdoria se despidió al caer frente al Palermo.
Hoy, tuvo su revancha ante el clásico rival en un duelo que debió esperar dos años para volver a jugarse y seguramente tratará de aprovechar el envión anímico frente a Modena el domingo como visitante en una Serie B en la que cosechó apenas un triunfo y cinco puntos en seis fechas, razón por la cual Sottil reemplazó hace algunas semanas a Andrea Pirlo en el cargo.
Demasiado poco como para soñar con recuperar su lugar en primera división, en la que Genoa también suma sólo una victoria y cinco unidades, pero en cinco fechas disputadas y en la que el sábado recibirá a una Juventus que llegará con su valla invicta en el torneo.
Sampdoria volverá a chocar con un rival de primera en la próxima ronda de la Copa Italia, cuyo título celebró 1985, 1988, 1989 y 1994, tal como sucederá mañana en los partidos que animarán Monza frente a Brescia y Napoli con Palermo por los últimos dos pasajes a octavos de final.
Por los vencedores de esos duelos esperan Lazio y Bologna, instalados en la próxima ronda a la que hoy avanzaron Cesena, vencedor por 1-0 en campo de Pisa (duelo entre dos equipos de la Serie B), y Udinese, que resignó la punta de la Serie A en la fecha anterior y se reivindicó superando hoy por 3-1 de local a Salernitana, descendida a la Serie B en la pasada temporada.
Cesena jugará en octavos de final frente a Atalanta, en tanto que Udinese lo hará en campo de Inter, con el que chocará también este sábado, pero en condición de local y por la sexta fecha del campeonato.
Otro equipo de la Serie B que se instaló en la próxima ronda de la Copa Italia (donde lo espera Milan) es Sassuolo (descendido en la pasada temporada), que despachó a un rival de Serie A: Lecce, al vencerlo por 2-0 en la víspera como visitante.
Cagliari, colista en primera división, hizo prevalecer el martes las "jerarquías" al derrotar por 1-0 de local a Cremonese (que milita en segunda) y chocará en octavos con Juventus, defensor de la corona que conquistó en 15 ocasiones.
El martes también, en un duelo entre dos de los principales animadores de la Serie A, Empoli sorprendió al Torino, líder del campeonato italiano, al derrotarlo por 2-1 como visitante para asegurar su pase a la siguiente ronda de Copa Italia, donde lo espera Fiorentina.
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