El tricampeón mundial neerlandés Max Verstappen fue sancionado y deberá cumplir tareas comunitarias por apelar a una expresión vulgar en la conferencia de prensa previa al Gran Premio de Singapur, decimoctava competencia de la temporada de la Fórmula 1 que se correrá el domingo en Marina Bay.
La sanción aplicada por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que suele castigar con multas en situaciones similares, no especifica qué tipo de tareas deberá realizar el líder del campeonato.
Consultado sobre cuáles podían ser las razones por las que su compañero de equipo en Red Bull, el mexicano Sergio Pérez, fue más veloz que él en Azerbaiyán el pasado fin de semana, Verstappen respondió: "No lo sé, quizás por una puesta a punto distinta. Apenas comenzó la clasificación sabía que mi máquina estaba jodida".
Esa última palabra fue la que derivó en la sanción de la FIA, que de ese modo intentó refrendar el reclamo de su presidente, Mohammed Ben Sulayem, para que los pilotos eviten pronunciar malas palabras o expresiones vulgares, que suelen ser comunes cuando se comunican vía radio con sus equipos y son escuchados durante las transmisiones televisivas.
En diálogo con Motorsport, el dirigente emiratí explicaba: "Debemos distinguir las diferencias entre nuestro deporte y el rap. No somos raperos que pronuncian permanentemente la palabra que empieza con la letra F (fuck, Ndr). Nosotros no debemos hacerlo", advertía.
"Fuimos nosotros los que aprobamos que las conversaciones vía radio (entre equipos y pilotos)se incluyan en las transmisiones televisivas. Pero tenemos normas, y las normas están para ser respetadas", agregó.
Quien recogió el guante lanzado por Ben Sulayen fue el séptuple campeón mundial británico Lewis Hamilton, al considerar que el directivo uso el término rapero de manera peyorativa: "No me gustó la forma en la que lo expresó", explicó el piloto de Mercedes al recordar que "la mayoría de los raperos son negros".
"Creo que eligió la palabra incorrecta porque sutilmente nos está diciendo que no somos como ellos y siento que su declaración tiene un tinte racista", completó Hamilton, uno de los deportistas con mayor compromiso en la lucha contra el racismo en el deporte.
Verstappen levantó la apuesta y anticipó que seguirá pronunciando malas palabras que, recordó, suelen ser utilizadas por todo el mundo y no representan un insulto, al tiempo que consideró que la solución sería que las comunicaciones entre pilotos y equipos no se repliquen en las transmisiones televisivas.
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