"Milan tiene la firme intención de construir un nuevo estadio, comprometiéndonos con un gran sentido de responsabilidad hacia nuestros aficionados, para hacer el club más competitivo a nivel internacional, y por eso debemos explorar todas las posibilidades que se nos presenten", afirmó Scaroni horas antes del duelo ante Liverpool por la Champions League.
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, informó el pasado viernes 13 que Inter y Milan "llegaron a la conclusión, después de un largo análisis, de que resulta inviable la posibilidad de remodelar el estadio Giuseppe Meazza de San Siro, al menos a un costo accesible, y por eso la hipótesis quedó descartada".
"La hipótesis de reestructurar el Meazza, por ejemplo, no cumplía algunos criterios exigidos por los clubes, aunque se trataba de un proyecto de gran calidad, acorde al nivel de una empresa líder internacional como WeBuild", aclaró Scaroni.
"Nuestra posición sigue siendo clara: seguimos invirtiendo en el proyecto de San Donato, pero seguimos disponibles para escuchar las respuestas que nos dará el ayuntamiento de Milán", aseguró el presidente del club rojinegro.
Sala refirió luego de la reunión que mantuvo con representantes del Inter y del Milan que "la propuesta de ambos es volver a evaluar la idea de construir un nuevo estadio, siempre en la zona de San Siro (proyecto del que ya se hablaba desde 2019, Ndr), después de un extenso análisis de viabilidad técnico-económica".
El alcalde agregó que la propiedad del estadio será transferida a ambos clubes no como una cesión de derecho, sino como una venta, pero aclaró que pidió al Milan y al Inter que dejen de lado los proyectos para construir sus nuevos estadios en los barrios de San Donato y Rozzano.
En tanto, Sala planteó que si el estadio pasara a ser privado, es decir, propiedad de los clubes como se pretende, la restricción no se activaría automáticamente y, además, en el segundo anillo del recinto podría haber una restricción sólo parcial, para permitir la refuncionalización del sistema.
El alcalde presentó esta hipótesis en una reunión que mantuvo en el Palazzo Marino, sede del ayuntamiento de Milán, con la superintendente del patrimonio cultural Emanuela Carpani y representantes de los clubes.
En el centro de la discusión está la restricción que debería entrar en vigor a partir de 2025 en la segunda grada del estadio y que podría representar un problema para los equipos que pretenden construir un nuevo estadio junto al Giuseppe Meazza y remodelar San Siro.
"A esta altura hemos visto tantas hipótesis que preferiría no hablar más hasta que haya algo concreto. Entonces participaré en la mesa de trabajo porque creo en ello, es mi deber, y es una opción que defenderé, pero a partir de ahora prefiero dejar de comentar hasta que haya algo concreto sobre la mesa. Hasta la fecha aún no hay nada", enfatizó Sala.
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