El ministro de Deportes y Juventud de Italia, Andrea Abodi, celebró la obra de construcción del "Campo dei Miracoli", un centro deportivo y recreativo situado a la sombra de la serpiente Corviale, en el extremo occidental de la periferia de Roma, que contará con un pequeño estadio en su interior.
"Centros como éstos son puestos avanzados de la legalidad, quizás también por eso son los primeros afectados. Este no es sólo un recinto deportivo, sino un lugar de encuentro, donde niños y niñas estudian", ponderó Abodi.
"Aquí estamos poniendo en juego nuestra credibilidad como ciudadanos y como representantes de las instituciones. Si sabemos transformar el reconocimiento del valor del deporte en un derecho y sabemos aplicarlo incluso en lugares difíciles, más demostraremos que estamos a la altura de la tarea que se nos ha confiado", agregó el funcionario.
Gracias a la asociación deportiva "Calciosociale" y a la Fundación Roma, con un aporte de 100 mil euros para los gastos de mantenimiento de la instalación durante un año y, sobre todo, 350 mil euros para completar los vestuarios y las gradas, la pequeña instalación estará realmente terminada y podrá así contar con una tribuna de estilo inglés con vistas a un campo de fútbol, vestuarios y una entrada reservada para personas en silla de ruedas.
Abodi subrayó que está considerando "incluir a Calciosociale en el programa de los Juegos de la Juventud" luego de concluir una visita que estaba prevista desde hacía tiempo, pero se produjo dos días después del episodio de intimidación contra Massimo Vallati, impulsor de la iniciativa.
"Un programa que debe ser un factor de experimentación para que, además de la temática competitiva, se comprenda el valor educativo del deporte", insistió Abodi.
"Campo dei Miracoli" se convirtió en los últimos 15 años en un punto de inclusión y referencia para los jóvenes del distrito y sus familias, una idea nacida para hacer que el deporte y el fútbol sean cada vez más vehículos de inserción social.
"La nuestra es ante todo una acción concreta, pero también una apuesta, porque es precisamente en estos suburbios donde se mide la distancia entre proclamas y logros. Espero que otras entidades, otras fundaciones sigan también nuestro modelo de compromiso en favor del territorio y de las comunidades", añadió a su vez Franco Parasassi, presidente de la Fondazione Roma.
Un proyecto, el del ASD Calcio Sociale, posible gracias al trabajo de Vallati, víctima hace unos días de un ataque del hampa que atacó su coche y quien precisó que "el Campo dei Miracoli es la práctica de la idea de estar juntos".
"Cada día hay siembras tóxicas, debemos responder a este pedido. Queremos hacer fútbol social para crear un modelo replicable haciendo del fútbol el aula de educación cívica más grande del país", concluyó Vallati.
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