Podría complicarse la situación procesal de Andrea Beretta, líder de la barra brava de Inter, por el asesinato de Antonio Bellocco, perteneciente a la misma parcialidad y vinculado con la 'ndrangheta (la mafia calabresa), el miércoles cerca del mediodía en Cernusco sul Naviglio, localidad de la provincia de Milán.
Un testigo del hecho declaró hoy haber escuchado dos disparos y no uno como adujo Beretta en la víspera al explicarle a los investigadores el origen de la herida de bala que presentaba en la cadera y que, dijo, fue efectuado por Bellocco, razón por la cual luego lo apuñaló varias veces en el cuello en defensa propia.
El testigo, uno de los pocos que el miércoles por la mañana se encontraba en cercanías del gimnasio "Testudo" frente al cual ocurrieron los hechos, declaró hoy ante la policía que escuchó dos detonaciones, aunque hasta el momento sólo se halló la vaina de un proyectil en la escena del crimen, el interior de un vehículo en el cual ambos habían mantenido una pelea.
La autopsia del cadáver de Bellocco programada para la próxima semana quizás devele el misterio si se encuentra dentro del mismo otro proyectil, pues daría por tierra con la declaración inicial de Beretta, quien tras permanecer internado en el hospital San Raffaele de Milán, donde le extrajeron la bala, fue trasladado hoy a la cárcel de Ópera.
Beretta afirmó que Bellocco le disparó tras arrebatarle el arma que él llevaba consigo y con la que intentó intimidarlo cuando se inició la acalorada discusión que luego -dijo también- derivó en una pelea a golpes, razón por la cual lo apuñaló "entre siete y diez veces" en el cuello para defenderse.
Se confirmó que el arma en cuestión es una pistola "Beretta 98 FS calibre 9x21", sin número de serie, sin cargador y sin cartucho en la recámara, con el martillo abajo, indicativo de la explosión de un disparo, explicaron fuentes cercanas a la investigación.
Pero si se confirmase el testimonio aportado hoy que apunta a que hubo más de un disparo, la situación de Beretta se complicaría, pues reforzaría la hipótesis que apunta a que fue él quien disparó en más de una ocasión, autoinfligiéndose la herida, para luego apuñalar a Bellocco cuando el cargador de la pistola cayó al suelo.
Escenarios todos que deberán considerar los investigadores encabezados por los fiscales Paolo Storari y Sara Ombra junto con las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar que mostrarían a Beretta parado fuera del vehículo dentro del cual yacía Bellocco, para luego ingresar al mismo al menos una vez probablemente para asestarle la puñalada letal.
Se pudo constatar también que el agresor presentaba, además de la herida de bala en la cadera, una "corte en la palma de la mano derecha" producto no de una acción defensiva, sino de una agresión durante la cual se soltó la empuñadura y la mano resbaló hasta dar con el filo del cuchillo.
Las imágenes serán contrastadas con los testimonios de las al menos tres personas que declararon, entre ellas el propietario del gimnasio "Testudo".
Los fiscales Storari y Ombra solicitaron al juez de instrucción de Milán que confirme la medida cautelar para que Beretta permanezca detenido tras haber sido trasladado, en presencia de su abogado Mirko Perlino, al centro clínico de la cárcel de Ópera, debido a la gravedad de los hechos que se le imputan y al riesgo de fuga debido al contexto en el que se maneja.
Beretta, de 49 años, es uno de los líderes de la facción más violenta de Inter que suele ocupar la Curva Norte del estadio Giuseppe Meazza y a la que también pertenecía Bellocco, de 36 años, integrante de la n'drina de Rosarno ("familia" de la 'ndrangheta formada por parientes consanguíneos) e hijo del histórico "capobastone" (segundo al mando de la organización criminal) Umberto Bellocco.
Las primeras hipótesis respecto de cuál fue el motivo que derivó en el trágico episodio apuntan a una discusión en torno a las ganancias generadas por la venta de casacas de Inter del negocio "Milán somos nosotros", aunque se presume que sería apenas la punta del "iceberg" de un entramado más complejo que la justicia intenta esclarecer.
El asesinato de Bellocco volvió a poner el foco en los frágiles equilibrios al interior de las barras bravas, atravesadas por el accionar del crimen organizado, e incluye no sólo el manejo de los negocios asociados al fútbol, sino también el tráfico de drogas.
"Me encuentro solo sin ti, que fuiste la persona que más creyó en mí cuando me convertí en hombre. Nadie podrá entender el amor que nos unía. Nada volverá a ser como antes. Viviré honrando a la maravillosa persona que eras", fue el mensaje que le dedicó hoy en Instagram a la víctima el jefe y vocero de la Curva Norte, Marco Ferdico.
"Todos los que te conocieron saben la clase de persona que eras y te amaron de inmediato. Jamás te olvidaremos porque serán siempre la parte más bella de nosotros", agregó.
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