"Monza siempre es especial y ahora lo es todavía más", confesó el séptuple campeón mundial británico Lewis Hamilton, quien correrá el domingo el Gran Premio de Italia por última vez como piloto de Mercedes antes de pasar a Ferrari en la próxima temporada de la Fórmula 1.
A eso apuntaba el ganador de cinco ediciones de esta competencia en el "Templo de la velocidad", cifra sólo igualada por el también séptuple campeón mundial alemán Michael Schumacher, al aludir a sus sensaciones en la previa del inicio de las acciones en el circuito de Monza.
"Aquí se respira una pasión increíble y es algo realmente que contagia", explicó Hamilton, que ganó por primera vez en Monza en 2012 con McLaren-Mercedes y en 2014, 2015, 2017 y 2018 como piloto del equipo alemán.
El británico fue silbado por el público tanto en 2015, cuando terminó por delante del tetracampeón mundial Sebastian Vettel, de Ferrari, partiendo desde la pole, como en 2018, cuando ganó relegando al finlandés Kimi Raikkonen, por entonces también en el equipo italiano y quien había movido desde el primer puesto.
Quizás por eso hoy afirma: "No sé qué esperar como recibimiento", aún cuando aclara que "en los últimos años, los aficionados siempre fueron afectuosos conmigo y muchas veces me preguntaron cuándo correría con Ferrari", deseo que finalmente se concretará en la próxima temporada.
Al futuro arribo de Hamilton a Ferrari se refirió también el jefe del equipo italiano, Frederic Vasseur, según el cual "Lewis es una superestrella de este deporte por todo lo que ha ganado y convertirse en piloto de Ferrari hará que nuestros aficionados lo vean con otros ojos".
"Vine muchas veces a Monza y siempre es increíble sentir la pasión que existe por el automovilismo deportivo, algo que se replica en toda Italia y que no se ve en otros países", destacó a su vez Hamilton, quien con 154 puntos marcha sexto en el campeonato.
El británico finalizó octavo el pasado fin de semana en el Gran Premio de Países Bajos, donde en la reanudación de la temporada no pudo repetir las sensaciones que había dejado antes del receso tras ganar el Gran Premio de su país en Silverstone y repetir dos carreras después en Bélgica.
Hamilton es, junto con el tricampeón mundial neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder del campeonato y quien celebró en siete competencias de las 15 dispitadas este año, y el escolta británico Lando Norris (McLaren), flamante vencedor en Zandvoort, los únicos que cantaron victoria en más de una ocasión en esta temporada.
El domingo intentará hacerlo por tercera vez en su último Gran Premio de Italia con Mercedes, pues el próximo lo correrá como piloto de Ferrari "una sensación incomparable", a decir del monegasco Charles Leclerc, quien será su próximo compañero en la escudería italiana.
"Lewis no necesita consejo porque lo sabe y su llegada a Ferrari representa una gran motivación para todo el equipo", destacó Leclerc, ganador este año en Mónaco y quien llega precedido por un tercer puesto en Países Bajos.
"En Monza todo se vive con más intensidad. No es un fin de semana normal porque ya el lunes hay aficionados que se acercan a las puertas de Maranello. Este fanatismo es una locura y resulta emocionante ver tanta pasión", resumió el monegasco, tercer en el campeonato con 192 unidades.
Sobre las opciones de Ferrari de darle una alegría este fin de semana a esos mismos aficionados, Leclerc se mostró bastante cauto y afirmó: "Creo que estaremos en condiciones de pelear por el podio, pero no siento que tenga opciones concretas de ganar.
Trataré de llegar lo más alto posible", prometió.
Quien aspira a pelear por la victoria para impedir que Verstappen celebre la tercera consecutiva en Monza (algo que sólo el quíntuple campeón mundial argentino Juan Manuel Fangio consiguió entre 1953 y 1955) y, de paso, seguir acortando distancias con el líder del campeonato es Norris.
Ambos están separados por 70 puntos (295 del neerlandés contra 225 del británico), pero el piloto de McLaren afirma que sólo está concentrado en avanzar paso a paso y no en la lucha por el título cuando restarán otras ocho citas después de Italia para el final de la temporada.
"No estoy pensando en el Mundial, sino una carrera a la vez", destacó Norris, que celebró apenas dos victorias en la Fórmula 1 (la primera había sido en Miami también este año) y dijo al respecto: "Ganar es una de las emociones más bellas".
"Es algo con lo que siempre soñé y por eso el objetivo es pelear cada fin de semana tanto en el Campeonato de Pilotos, como en la Copa de Constructores", agregó al aludir a un certamen en el que McLaren está a sólo 30 puntos de distancia de Red Bull, que lidera.
"No esperamos ser tan fuertes como lo fuimos en Zandvoort porque suponemos que la lucha será muy cerrada", advirtió el británico, al reconocer que "haber ganado en Países Bajos es un envión anímico para el equipo, pero nuestra confianza no cambia".
El año pasado en Monza, Norris partió desde el noveno puesto de la grilla y terminó octavo, razón por la cual afirmó: "Esta es una pista divertida, pero en la última edición fue un verdadero desastre para mí".
El Gran Premio de Italia marcará el debut del italiano Kimi Antonelli, de 18 años, al volante de un Mercedes en las pruebas libres, y el estreno del argentino Franco Colapinto, que reemplazará al estadounidense Logan Sargeant este fin de semana y los ocho que restarán hasta el final de la temporada.
Colapinto, de 21 años y quien arriba procedente del campeonato de Fórmula 2, es el primer piloto argentino en 23 años en la máxima categoría y hará su estreno nada menos que en Monza, un Gran Premio que genera enormes beneficios económicos para la región en distintos rubros gracias a la presencia de unos 300 mil visitantes a lo largo del fin de semana.
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