El público presente en el estadio Arthur Ashe de Flushing Meadows acogió con aplausos al italiano Jannik Sinner cuando saltó al ruedo hoy para realizar un entrenamiento con el búlgaro Grigor Dimitrov de cara a su debut en el US Open.
Una señal alentadora para el número uno del mundo en la previa de su estreno en el cuarto y último Grand Slam de la temporada y en primera aparición pública tras la polémica que generó su absolución luego de haber resultado positivo en dos controles antidoping efectuados en marzo.
Controversia que podría impactar en el ánimo del flamante campeón del Masters 1000 de Cincinnati, que debutará en el US Open el próximo lunes frente al estadounidense Mackenzie McDonald.
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