Una multitud recibió con honores a la boxeadora argelina Imane Khelif, ganadora del oro olímpico en los Juegos de París, en su regreso a la ciudad de Tiaret, unos 340 kilómetros al sudoeste de la capital, Argel.
La dama que hizo realidad su sueño y acalló las polémicas que se generaron en torno a su condición de mujer en el torneo olímpico de boxeo femenino, volvió como una heroína a una ciudad convulsionada tras su éxito, que celebraron sus cerca de 200 mil habitantes.
Consultada por la demanda judicial que presentó en Francia debido al acoso recibido en las redes sociales en virtud de aquella controversia, Khelif respondió: "Ahora estoy celebrando.
Afrontaré ese tema en el momento oportuno".
La campeona olímpica en la categoría 66 kilogramos, eludió hablar sobre el tema, pero su entrenador, Mohamed Chaoua, aclaró que el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, está siguiendo personalmente el caso.
En Francia, efectivamente, se inició una investigación tras la denuncia por acoso informático agravado que presentó Khelif, víctima de una campaña en las redes desde que disputó su primer combate en los Juegos ante la italiana Angela Carini.
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