El primer ministro de Rumania, Marcel Ciolacu, anunció que no participará en la ceremonia de cierre de los Juegos Olímpicos de París del 11 de agosto en protesta por lo que consideró como un escándalo en la definición que privó a Ana Barbosu del bronce en la prueba de suelo que cerró en la víspera las competencias de gimnasia artística individuales femeninas.
"Lo que sucedió en las pruebas de gimnasia artística fue un escándalo. Nuestras atletas fueron tratadas de manera deshonesta", se quejó Ciolacu, ofuscado por lo sucedido con Barbosu, que había finalizado tercera con 13.700 puntos (los mismos que su compatriota Sabrina Maneca-Voinea), pero fue relegada al cuarto puesto en la prueba de suelo.
Ocurrió debido a una protesta elevada por el equipo estadounidense que los jueces tuvieron en cuenta y le permitió colgarse el bronce a Jordan Chiles (al totalizar 13.766 puntos tras la apelación) en la prueba de suelo que consagró campeona olímpica a la brasileña Rebeca Andrade (14.166), por delante de la estrella estadounidense Simone Biles, plata con 14.133 puntos.
"Las privaron de una medalla que habían lograron con gran sacrificio en base a un reclamo que ni siquiera los entrenadores y técnicos pudieron comprender. Es inaceptable", bramó Ciolacu, al anunciar en su perfil en Facebook que no concurrirá a la ceremonia de clausura de los Juegos en señal de protesta.
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