El italiano Marco Camandona entró en la historia del alpinismo tras llegar a la cima del Gasherbrum 1, en Pakistán, con lo cual completó el ascenso de los 14 ocho mil metros de la Tierra.
El italiano nunca utilizó oxígeno suplementario para sus ascensos y se convirtió en el escalador número 41 (el vigésimo sin oxígeno) que logra la hazaña.
El primero fue Reinhold Messner, mientras que ya lo habían conseguido los también italianos Sergio Martini, Silvio Mondinelli, Abele Blanc, Mario Panzeri, Nives Meroi y Romano Benet (hasta Fausto De Stefani desafió la cumbre del Lhotse).
Camandona llegó a la cima del Gasherbrum 1, un coloso de 8.068 metros en pleno Karakorum, entre Pakistán y China, junto con su cuñado Dante Luboz. Los dos ya se encuentran en el campo 2 en buenas condiciones físicas y este lunes regresarán al campamento base.
También formó parte de la expedición Abele Blanc, con quien Camandona comenzó a escalar los 8 mil.
La carrera de los 8.000 metros para el alpinista oriundo de Valle de Aosta comenzó, casi por casualidad, en 1996, una vez finalizada la carrera de guía, con una expedición al Manaslu.
Los primeros grandes picos fueron el Cho Oyu (8.210 metros) y el Shisha Pangma (8.048) en 1998.
Dos años después escaló el K2 (8.611) y en 2006 el Annapurna (8.091), mientras que en 2010 fue el turno del Everest (8.848) y cuatro años más tarde del Kangchenjunga (8.586).
En 2016 escaló el Makalu (8.463) y en 2018 el Lhotse (8.516), mientras que al año siguiente "doblegó" el Manaslu (8.163), en 2021 el Dhaulagiri (8.067) y en 2022 el Nanga Parbat (8.126) y el Broad Peak (8.047).
Una carrera que comenzó junto a su "vecino" Abele Blanc, también capaz de escalar todos los 8000 y con quien comenzó también durante esta expedición a Pakistán.
Pero para Marco Camandona el Himalaya no es sólo deporte y montañismo: desde 2015, con su esposa Bárbara y un grupo de amigos, se dedica a un proyecto humanitario en Nepal donde creó la organización sin fines de lucro "Sanonani (niño pequeño en nepalés, Ndr)", dirigida a huérfanos y familias que no pueden mantener a sus hijos.
Hasta la fecha, la estructura acoge a 25 niños, de edades comprendidas entre 6 y 17 años, y una plantilla de ocho nepaleses.
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