Más de 4 mil fanáticos del Napoli cantaron bajo un diluvio para participar de una presentación pasada por agua en Dimaro del plantel entrenado por Antonio Conte, que ilusiona a los aficionados con la posibilidad de recuperar la gloria perdida.
El pueblo del Napoli desafió a la tormenta y celebró saltando mientras entonaba un reconocido "canto de guerra" que dice "el que no salta es de Juventus", situación que generó alguna incomodidad con el nuevo entrenador por su pasado de gloria en el club turinés.
Conte no se dejó llevar por el entusiasmo popular en una colmada "Piazza Madonna della Pace" y rechazó el convite de los hinchas afirmando: "Lo digo una vez y no lo repetiré. Yo tengo un gran respeto por los equipos en los que jugué o a los que dirigí".
"En la vida el respeto es fundamental y si bien es justo que ustedes como aficionados alienten al equipo, yo siempre seré una persona educada y respetuosa y por eso les digo que no me pidan algo que no haré", completó.
Lejos de molestarse, muchos lo aplaudieron, confirmando que el romance entre el pueblo del Napoli y el entrenador ha nacido, como se reflejó también la cálida recepción a su cuerpo técnico, especialmente a Lele Oriali.
Entre los más aplaudidos del plantel estuvo el goleador nigeriano Victor Osimhen, "capocannoniere" hace dos temporadas cuando Napoli conquistó el "scudetto" y cuya continuidad en el club está casi descartada pues se alejaría de concretarse una oferta cercana a los 100 millones de euros.
"¿Si la dilación en la resolución de la situación de Osimhen puede complicar la llegada de refuerzos?", le preguntaron a Conte y éste respondió a los micrófonos de la Rai: "La situación era clara y la conocíamos, razón por la cual todo marcha según estaba previsto".
"Para mí no es una sorpresa", agregó al destacar que "ahora haremos las evaluaciones en cancha para decidir quién se queda y quién se va. Después será el tiempo de incorporar refuerzos y ceder jugadores, pero no habrá problemas", aclaró.
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