Ferrari buscará recuperar el protagonismo en esta temporada de la Fórmula 1 el fin de semana en el Gran Premio de Hungría, decimotercero del calendario, al que Mercedes y McLaren llegan en franca remontada como principales contendientes de un Max Verstappen encaminado hacia su cuarta corona.
Un trazado en el que la clasificación juega un papel tan preponderante como la carrera, con sobrepasos prácticamente imposibles como sucede en Mónaco, razón por la cual cuenta cada detalle, que en el caso de la escudería italiana apunta a las novedades aerodinámicas que deberían darle un impulso al rendimiento en los tramos medio-lentos y en los tramos largos.
Tras un inicio de temporada alentador y a partir del Gran Premio de Canadá, Ferrari comenzó a perder terreno, si bien sumó puntos en España, en Austria y en Gran Bretaña (sólo el español Carlos Sainz lo hizo en esos tres), porque el crecimiento de McLaren y de Mercedes fue netamente superior.
La lucha por el Mundial de Pilotos se tornó casi utópica y hoy la consigna es mantenerse en la pelea por la Copa de Constructores, en la que marcha segunda con 302 unidades a 71 puntos de distancia de Red Bull, pero apenas siete por encima de McLaren, mientras que Mercedes suma 221 unidades.
Claves en la remontada del equipo alemán los triunfos del británico George Russell en Austria y del séptuple campeón mundial Lewis Hamilton en Silverstone, donde después de más de dos años volvió a cantar victoria y ahora sueña con repetir halago en Hungría, que lo vio ganar por octava y última vez en 2020 (en las pasadas dos ediciones celebró Verstappen).
Hamilton será en 2025 piloto de Ferrari, cuya última victoria en Hungría llegó en 2017 con el cuádruple campeón mundial alemán Sebastian Vettel al volante.
Las actualizaciones implementadas en España no cumplieron hasta ahora con las expectativas y por eso el jefe del equipo, Frederic Vasseur, consideró que "la cantidad de combustible, el peso de las máquinas, el sistema de refrigeración y la puesta a punto es donde necesitamos tomar más riesgos y salir de nuestra zona de confort".
"Ese fue uno de los grandes aciertos de Red Bull", dijo al explicar que "si se quiere ir al límite es necesario pensar muy bien antes cuánto peso perderá la máquina en carrera por el desgaste de los componentes, de los neumáticos, de los frenos y del consumo de aceite", reiteró.
"La diferencia en el ritmo de competencia entre Red Bull y nosotros es de una décima de segundo, pero achicarla no es tarea fácil", reconoce Vasseur, de quien espera respuestas Sainz para cerrar del mejor modo su aventura en Ferrari mientras decide cuál será su próxima escudería en la Fórmula 1.
"Espero estar en condiciones de pelear por más podios y victorias. Es mi objetivo para este año", aseguró el español, al afirmar que "en el campeonato entendemos que no es fácil dar batalla por el nivel y la regularidad que viene teniendo Verstappen", que en España celebró su séptima y última victoria en el campeonato.
"Cada vez que tuve una oportunidad, la tomé, como en Melbourne", destacó Sainz al aludir a su única victoria este año de la que dijo se siente aún "orgulloso por la situación en la que me encontraba a comienzos del año, cuando me enteré que no seguiría en Ferrari o cuando me perdí una carrera (Arabia Saudita tras ser operado de apendicitis, Ndr) y en la siguiente gané".
"Fue uno de los momentos más especiales de mi carrera y probablemente uno de los más felices de mi vida", completó el español, quien en la próxima temporada le dejará su lugar a Hamilton, cuyo arribo a Ferrari saludó hoy el monegasco Charles Leclerc al afirmar: "Para mí será una oportunidad increíble".
"Podré aprender del piloto más ganador de la historia y medirme con Lewis, que es un punto de referencia para todos", explicó Leclerc, quien tras su primera victoria en Mónaco no sumó puntos en Canadá y tampoco en Spielberg, ni en Silverstone, razón por la cual quedó a 105 de distancia de Verstappen y a 21 del escolta británico Lando Norris (McLaren).
Cuatro lo separan de Sainz, a quien precede en el campeonato, pese a lo cual afirma: "Podemos seguir aspirando a los máximos objetivos y me refiero a pelear por el campeonato. Realmente lo creo y necesito creerlo porque para mí es importante mantener el optimismo y la motivación alta".
"Estamos hablando de dos décimas de segundo", explicó al destacar que "si sumamos todo, no resulta tan absurdo, pero para eso debemos concentrarnos en cada pequeño detalle porque falta mucho para el final de la temporada y eso me permite seguir creyendo", completó Leclerc.
El monegasco no se siente amenazado por la llegada del séptuple campeón mundial al equipo porque, destacó, "Ferrari es Ferrari y necesita de los mejores pilotos. Además, estamos hablando de Lewis Hamilton".
Tampoco tiene certezas sobre su futuro es el mexicano Sergio Pérez, sexto en el campeonato con 118 puntos en una temporada complicada como para garantizar su continuidad en Red Bull.
El jefe del equipo austríaco, Christian Horner, quien consideró que el escaso aporte del mexicano se está haciendo "insostenible", diagnóstico con el que coincidió el piloto al reconocer que él es el primer insatisfecho por esta situación.
Dos abandonos y un decimoséptimo puesto en Silverstone resultan lapidarios para Pérez, que necesita sumar para ayudar a su equipo a mantenerse en la cima de la Copa de Constructores ante el acecho de nuevos protagonistas y espera poder empezar a hacerlo este fin de semana porque -consideró- "las cosas pueden empezar a cambiar muy rápidamente".
Ya sabe que tendrá que buscarse escudería el danés Kevin Magnussen, a quien Haas le comunicó que no le renovará el contrato al final de esta, su séptima temporada en el equipo, al que llegaría el francés Esteban Ocon procedente de Alpine para formar dupla con el juvenil británico Oliver Bearman, que arribará desde Ferrari, cuyo futuro inmediato debería empezar a conjugar este fin de semana si no quiere perder definitivamente el tren.
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