El sueño de conquistar su primer título de Grand Slam y convertirse en la tercera tenista italiana de la historia en lograrlo se esfumó hoy para Jasmine Paolini, derrotada en la final de Wimbledon por la checa Barbora Krejcikova.
La nueva reina del All England se impuso por 6-2, 2-6 y 6-4 y sucede en el trono a su compatriota Marketa Vondrousova, quien el año pasado derrotó en la final a la tunecina Ons Jabeur, superada un año antes en la definición por la kazaja de origen ruso Elena Rybakina, "víctima" de Krejcikova este año en semifinales.
Paolini, que escaló al quinto puesto del ranking WTA, no perdió su sonrisa característica a pesar de ver frustrado su sueño de convertirse en la primera tenista de su país en conquistar Wimbledon y, de paso, sacarse la espina por la final que previamente perdió en Roland Garros ante la polaca Iga Swiatek, número uno del mundo.
"Hoy estoy un poco triste, pero trato de seguir sonriendo porque recordaré este día como una bela jornada", descató Paolini tras el partido en el que buscaba emular a sus compatriotas Francesca Schiavone y Flavia Pennetta, campeonas en Roland Garros en 2010 y del US Open en 2015, únicas tenistas "azzurras" hasta el momento en conquistar un Grand Slam.
"Jugué la final de Wimbledon, un torneo que veía por televisión cuando era niña y hacía fuerza por (el suizo Roger) Federer y el hecho de estar hoy aquí es una locura", agregó Paolini, ovacionada por el público en la Cancha Central del All England.
"De París a Wimbledon fueron meses muy vertiginosos y estas dos semanas resultaron increíbles. Fue muy hermoso sentir el amor que me brindó el público", agregó la italiana al reiterar que "haber jugado en este estadio fue un sueño hecho realidad".
"Felicito a Barbara, por el gran partido que jugó, y también a todo su equipo", completó Paolini, al agradecer también "a mi familia, a mi equipo y a todos los que me apoyaron y creyeron en mí porque sin ellos, hoy no estaría aquí", afirmó.
"Disfruté de cada momento", completó al agradecer también "a todos aquellos que hacen posible este torneo, desde los jueces a los alcanzapelotas. Seguramente me olvidó de alguno y me disculpo", finalizó la tenista de 28 años que se ganó el corazón de todos con su pasión en la cancha y su simpatía.
Paolini se lleva de Londres el aplauso y el reconocimiento también de su rival en la final, quien destacó que fue "un partido en el que peleamos cada pelota con Jasmine, a quien felicito junto con su equipo porque es increíble lo que logró en tan poco tiempo, jugando dos finales consecutivas de Grand Slam".
La nueva monarca de Wimbledon afirmó que "este es el día más bello de mi carrera y posiblemente de mi vida" y confesó: "Es imposible explicar lo que siento y no puedo expresar la alegría por haber ganado un partido tan lindo en una final de Wimbledon, algo increíble e inolvidable", completó Krejcikova.
Ambas tenistas lucían más distendidas que cuando se inició el partido, en el que Paolini pareció sentir la presión de la responsabilidad y lució menos reactiva que de costumbre, quizás por la presencia de leyendas de este deporte como Billie Jean King y Martina Navratilova.
Krejcikova se llevó el primer set con dos quiebres de servicio a la italiana, que comenzó a soltarse el en segundo parcial y a expresar su mejor tenis para emparejar el duelo, una paridad que se mantuvo hasta el sexto juego del set decisivo, en el que Paolini cometió una doble falta en el séptimo que permitió un nuevo quiebre de la checa, quien supo capitalizar el error.
El final del partido fue vibrante con Krejcikova adelante por 5-4 en el parcial y con el servicio a su favor ante la italiana, que logró remontar dos "match-point", pero no pudo hacerlo en el tercero y terminó claudicando ante la campeona de Roland Garros en 2021, que llegaba en el trigésimo segundo puesto del ranking WTA a esta final.
Para la checa se trata del tercer festejo en el All England, pues había sido campeona en el doble femenino en 2018 y en 2021 en pareja con su compatriota Katerina Siniakova, aunque en el torneo de individuales esta fue la primera vez en tres participaciones en la que superó los octavos de final.
"Fue un partido incierto y difícil y en el tercer set sólo me propuse seguir adelante con coraje porque sabía que Jasmine no iba a darse por vencida", confesó la vencedora al elogiar el juego de su rival que a pesar de la derrota sigue refrendando que esta es su mejor temporada como profesional.
El título en el WTA 1000 de Dubai, los octavos de final que alcanzó en el Abierto de Australia, la final en Eastbourne y las de Roland Garros y de Wimbledon confirman ese gran momento que le permiten escalar al quinto puesto del ranking en el que sólo Schiavone llegó a estar más alto (cuarta en enero de 2011) entre las tenistas italianas.
Un momento inolvidable que Paolini compartió con su padre Ugo y su madre Jaqueline, polaca de origen ghanés, presentes en el All England para alentarla en el partido y consolarla en una derrota que seguramente le servirá de experiencia pensando en su participación en el torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de París.
Eugenio Giani, gobernador de la región de Toscana, de la que es oriunda Paolini (nativa de la ciudad de Bagni di Lucca), felicitó a la tenista con un mensaje que decía: "Gracias por todo Jas, aún cuando el resultado no te premió, has luchado hasta el último punto de un partido fantástico que nos mantuvo en vilo a todos".
"Tu ciudad y toda Toscana se siente orgullosa de ti, que en el lapso de apenas un mes jugaste las finales de Roland Garros y de Wimbledon y demostraste ser una de las mejores tenistas del circuito. Tu tenacidad y tu sonrisa son un ejemplo para que todos los jóvenes se acerquen al deporte. Felicitaciones", agregó.
Paolini es la primera tenista "azzurra" en acceder a dos finales consecutivas de dos Grand Slam distintos y en Wimbledon fue la representante italiana que más lejos llegó pues su compatriota Lorenzo Musetti (25) se despidió en semifinales frente al serbio Novak Djokovic, siete veces campeón del torneo cuya final reeditará ante el español Carlos Alcaraz, defensor de la corona, este domingo.
Paolini igualó lo hecho por Schiavone, quien también disputó dos finales sucesivas en un Grand Slam, pero ambas en Roland Garros, donde se consagró en 2010 derrotando a la australiana Samantha Stosur y cayó al año siguiente frente a la china Na Li.
En 2012 fue Sara Errani la que cayó en la final del Abierto de Francia ante la rusa Maria Sharapova y fue la última italiana en acceder a esa instancia hasta que Paolini lo hizo este año.
"No nos sentimos decepcionados, sino todo lo contrario porque Jasmine dio batalla hasta el final y demostró ser la leona que todos conocemos", afirmó Luca Paolo Michelini, alcalde de la ciudad de Bagni Di Lucca que palpitó con cada golpe de la tenista de la que dijo "todos nos sentimos orgullosos".
"Éramos un centenar de personas siguiendo el partido y soñábamos con verla campeona, pero Jasmine puede irse con la cabeza en alto de esta final porque no es algo que suceda todos los días y ella la jugó con mucha garra", coincidió Sergio Marrai, titular del TC Italia de Forte dei Marmi al que Paolini arribó en 2019 cuando era la número 190 del ranking para reforzar el equipo femenino.
Similar escenario en el "Circolo Tennis Mirafiume", que la vio dar sus primeros pasos con una raqueta en su mano y en el que faltó a la cita Ivonne, la abuela de la tenista que prefirió observar la gran final en la tranquilidad de su casa. (ANSA)
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA