Italia vibra con Jasmine Paolini, finalista en el Abierto de Wimbledon donde buscará emular a sus compatriotas Francesca Schiavone y Flavia Pennetta, campeonas en Roland Garros en 2010 y del US Open en 2015, únicas tenistas "azzurras" hasta el momento en conquistar un Grand Slam.
Paolini, hija de padre italiano y madre polaca de origen ghanés, disfruta a sus 28 años del mejor momento de su carrera habiendo sido la primera tenista de su país en acceder a dos finales consecutivas de dos Grand Slam distintos, pues este año disputó y perdió la del Abierto de Francia ante la polaca Iga Swiatek.
Schiavone también disputó dos finales sucesivas en un Grand Slam, pero ambas en Roland Garros, donde se consagró en 2010 derrotando a la australiana Samantha Stosur y cayó al año siguiente frente a la china Na Li.
En 2012 fue Sara Errani la que cayó en la final del Abierto de Francia ante la rusa Maria Sharapova y fue la última italiana en acceder a esa instancia hasta que Paolini lo hizo este año.
Con una sonrisa que no pierde ni en los peores momentos, Paolini conquistó al público de todas las latitudes y enamoró a los aficionados italianos, pendientes hoy de su suerte en el All England, porque Lorenzo Musetti, que buscaba emularla, cayó en tres sets frente al laureado Novak Djokovic por el pasaje a la final masculina.
Sin Jannik Sinner, número uno del mundo eliminado en cuartos de final en Wimbledon, la atención se centra en sus compatriotas y particularmente en Paolini, que llegó a Londres como número siete del ranking WTA y ya escaló dos peldaños en el escalafón femenino.
Paolini intentará ser la sexta representante italiana en ganar un Grand Slam a nivel individual para sumarse a las mencionadas Schiavone y Pennetta (que en la final del US Open superó a su compatriota Roberta Vinci) y a Sinner, que este año conquistó el Abierto de Australia e inscribió su nombre en la lista que inició Nicola Pietrangeli, campeón en Roland Garros en 1959 y 1960, mientras que Adriano Panatta lo hizo en ese mismo torneo en 1976.
El ministro de Deportes italiano, Andrea Abodi, anunció que asistirá a la final que Paolini jugará ese sábado frente a la tenista checa Barbora Krejcikova, campeona en Roland Garros en 2021, según anticiparon fuentes de esa cartera a ANSA.
La expectativa es tal que en la ciudad de Bagni di Lucca, de la cual es oriunda la tenista, y en Forte dei Marmi serán desplegadas dos pantallas gigantes para que los aficionados puedan seguir las instancias del partido en directo.
En Bagni di Lucca, la cita será en el Tennis & Padel club, lugar en el que Paolini dio sus primeros golpes con la raqueta, mientras que en Forte dei Marmi, la patalla gigante será instalada en el TC Italia, al que Paolini arribó en 2019 cuando era la número 190 del ranking para reforzar el equipo femenino.
La italiana no llega como candidata al título en la final, al menos entre los apostadores, pues Krejcikova muestra un leve favoritismo tras sorprender en semifinales a la kazaja de origen ruso Yelena Rybakina, cuarta del ranking y campeona en el All England en 2022.
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