"Si fuese Roland Garros, no jugaría mañana", confesó el español Rafael Nadal en la previa de su estreno en el Masters 1000 que conquistó en cinco oportunidades y que disputará por última vez en su carrera.
"No creo estar al 100 por ciento, pero sí lo suficientemente bien como para salir al ruedo, pero para mí lo más importante es jugar por última vez aquí", explicó el ganador de 22 títulos de Grand Slam, que cumplirá 38 años el próximo 3 de junio y le lleva 21 años de diferencia a su rival en el estreno en la Caja Mágica.
Se trata del estadounidense Darwin Blanch, 1028 del ranking ATP que alguna vez lideró el español (hoy en el puesto 512), quien disputa este certamen gracias a una "wild card" y supo ser semifinalista en los torneos junior de Roland Garros y Wimbledon.
Si Nadal supera el duelo generacional, en segunda ronda lo espera el australiano Alex De Minaur, undécimo del escalafón que fue su "verdugo" en el ATP 500 de Barcelona, en el que regresó al circuito luego de tres meses de ausencia (había jugado apenas tres partidos esta temporada luego de casi un año alejado de las canchas por lesiones y operaciones).
En el Conde de Godó, Nadal había debutado con éxito frente al italiano Flavio Cobolli antes de despedirse ovacionado por un público que le rindió homenaje en su despedida del certamen que conquistó en 12 ocasiones, en la que él mismo anticipó será su última temporada como profesional.
Para el oriundo de Manacor, Madrid ofrece "una oportunidad" de medir cuáles pueden llegar a ser sus opciones de jugar el Abierto de Francia, segundo Grand Slam de la temporada que se pondrá en marcha el 20 de mayo y en el que celebró por decimocuarta y última vez en 2022.
El tenista más laureado en la historia de ese torneo aclaró, sin embargo, que "si no juego en París no significará que todo ha terminado. Todavía quedan por delante los Juegos Olímpicos y otros torneos", recordó al aludir a la cita en París a la que llegará con un oro conquistado en Pekín 2008 en individuales y otro logrado en Río 2016 en el dobles.
"No sé qué sucederá en las próximas tres semanas, pero lucharé y haré lo que creo que debo hacer para poder intentar jugar en París. Si se puede, se puede y si no, no", resumió antes de su debut en Madrid, un torneo que -dijo- "afronto con mucha ilusión y en el que el público siempre me apoyó".
"Mi única aspiración es jugar, divertirme y disfrutar en un sitio donde el cariño que recibo es inigualable. Ganar y perder es parte de la vida cotidiana y trataré de hacer lo que esté dentro de mis posibilidades", completó.
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