"Realmente inesperada", definió el tricampeón mundial neerlandés la pole position que conquistó hoy en el Gran Premio de Australia, tercera de tres en esta temporada de la Fórmula 1 que lo vio ganar en Bahrein y en Arabia Saudita con Red Bull.
El líder del campeonato celebró su trigésimo quinta pole en la máxima categoría (la primera la festejó en 2019 en Hungría), con un giro de 1'15"915 en el último corte, tras haber padecido algunas dificultades en los dos previos, dominados por Ferrari.
La escudería italiana había dominado dos de las tres sesiones libres en Albert Park, ambas con el monegasco Charles Leclerc, quien no pudo repetir en la clasificación y logró el quinto tiempo, aunque moverá desde la segunda fila.
En la primera estará el español Carlos Sainz, quien en su regreso a las pistas tras haber sido intervenido en Jeda por un cuadro de apendicitis que lo marginó del segundo Gran Premio del año, sorprendió hoy al lograr el segundo mejor crono (1'16"185).
El tercero había sido del mexicano Sergio Pérez (1'16"805), pero el compañero de Verstappen recibió una penalización por obstaculizar al alemán Nico Hulkenberg (Haas) que lo hará perder tres posiciones en la grilla (partirá desde la tercera fila).
Favorecidos resultaron el británico Lando Norris, dominador el viernes en la primera libre con McLaren, y Leclerc, que partirá a su lado con Ferrari desde la segunda fila y que había establecido la vuelta más rápida en las restantes dos sesiones.
La escudería italiana deberá estar atenta a los McLaren, pues el australiano Oscar Piastri también hizo una gran tarea que le permitirá mover mañana junto a Pérez.
Adelante de todos estará Verstappen, quien intentará repetir la victoria del año pasado e igualar su récord de diez triunfos consecutivos logrados en la pasada temporada.
El tricampeón mundial se sorprendió pues tuvo dificultades para "encontrar el equilibrio justo" con los neumáticos, tanto en las libres, como en la clasificación, como reflejaron sus conversaciones vía radio con el equipo austríaco.
En el momento decisivo parecieron "alinearse los planetas" y Verstappen refrendó su hegemonía, aunque la alegría no fue completa en Red Bull debido a la penalización a Pérez, segundo en el campeonato a 15 puntos de distancia (51 contra 36) tras escoltarlo en los primeros dos podios del año.
En el de Sakhir fue Sainz quien los acompañó, mientras que en Jeda quien completó el podio fue Leclerc.
"Si hace dos semanas me hubiesen dicho que estaría en condiciones de salir a pista y de pelear por la pole, lo hubiese firmado con los ojos cerrados", comentó el español, quien lamentó no estar al 100 por ciento físicamente porque "de otro modo creo que la hubiese logrado".
"Para superar a Max tienes que estar a pleno y no es mi caso, pero me siento mejor día tras día y no tengo dolor, sólo alguna molestia", agregó al comentar que para evitar esas dolencias "hicimos algunas modificaciones en el pedal de freno y en la butaca".
"Ahora realizaré algunos ejercicios de fisioterapia para llegar mejor a la carrera y si logro mantener este ritmo creo que puedo pelear por la victoria", se entusiasmó.
"Todo puede pasar. El ritmo es bueno y el objetivo es pelear por el podio. Para pelear por la victoria, de no mediar sorpresas, creo que Red Bull sigue teniendo algo más", dijo Leclerc, algo más resignado.
El monegasco falló en el tercer corte clasificatorio, en el que debía dar algo más para asegurarse la pole, a contrapelo de lo que sucedió con Verstappen, quien supo dar el golpe cuando la situación lo requería.
"Creo que subestimamos el potencial real de Red Bull y yo no conseguí maximizar el de mi máquina. Ayer me sentía más seguro, pero hoy hicimos algunos ajustes en el alerón anterior que en lugar de mejorar, empeoraron las cosas", resumió Leclerc, tercero en el campeonato con 28 unidades.
Coincidente en el diagnóstico se mostró el jefe de la escudería italiana, Frederic Vasseur, quien admitió: "Nos faltó algo más en la Q3".
De paso, afirmó que "el desgaste de los neumáticos será un factor clave porque en relación con la carrera del año pasado tenemos más compuestos y debemos saber manejarlo en las primeras vueltas, con una gestión inteligente que podría hacer la diferencia".
"Habrá que tener en cuenta las variables externas, como el posible ingreso del auto de seguridad y tendremos que aprovechar cualquier situación que se nos presente", completó.
Vasseur elogió la tarea de Sainz, al destacar que su segundo puesto "es un resultado increíble si tenemos en cuenta que hace dos semanas estaba internado. Su recuperación fue excepcional y merece el aplauso para su staff. Mañana no será fácil para él, pero su carácter le permitirá compensar eventuales desventajas físicas".
Decepcionante resultó la jornada para quien reemplazará en Ferrari el año próximo a Sainz, el séptuple campeón mundial Lewis Hamilton, quien ni siquiera logró superar el último corte clasificatorio (partirá desde el undécimo puesto) como para pelear por la novena pole en este trazado.
"No son buenas las sensaciones en este momento, pero debemos seguir trabajando a la espera de que la situación mejore mañana", afirmó Hamilton, quien en la tercera y última sesión libre había logrado el cuarto tiempo y cerró por delante de su compañero y compatriota George Russell, aunque luego la ecuación se invirtió y será este el que moverá mañana por delante desde el séptimo casillero.
Una fila por delante de Hamilton saldrá el bicampeón mundial español Fernando Alonso, que cerró con el décimo tiempo (el canadiense Lance Strollo logró el noveno puesto) y no pudo repetir las buenas sensaciones que había tenido Aston Martin en las libres del viernes.
El británico, ganador en Australia en 2008 y en 2015, terminó segundo hace un año a espaldas de Vertappen y delante de Alonso en un podio que mañana, de no mediar una catástrofe, parece destinado a los pilotos de Red Bull, Ferrari y McLaren.
"La Ferrari parece muy veloz en la larga distancia y ese es un punto a tener en cuenta", resumió Verstappen, quien apareció hoy en el momento justo y volvió a acaparar la gloria de la jornada.
La decepción mayor fue para el estadounidense Logan Sargeant, a quien Williams dejó de a pie pues le cedió su máquina al tailandés Alexander Albon, que en la víspera dañó seriamente la suya no habiendo una de recambio.
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