La tensión entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y el gobierno de Moscú se incrementó luego del anuncio que formuló la entidad en la víspera relacionado con la imposibilidad de participar en la ceremonia de apertura de los Juegos de París 2024 a los atletas rusos y bielorrusos autorizados a competir como "neutrales".
Tras confirmar esa decisión en Lausana, el COI acusó al Kremlin de "politizar el deporte" cuando anunció la creación de los Juegos de la Amistad, en contraposición con los Juegos Olímpicos, y que la entidad presidida por el alemán Thomas Bach convocó a boicotear, anticipando que los atletas que acepten el convite podrían ser sancionados.
Así lo advirtió el director del Comité para la Solidaridad Olímpica, James Macleod, razón por la cual Dmitri Peskov, vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que "este tipo de intimidación hacia los atletas termina por minar la autoridad del COI".
"Estas decisiones reflejan hasta qué punto el COI se está alejando de sus principios fundacionales, cayendo en prácticas nazistas y racistas", afirmó hoy Maria Zakharova, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
La réplica del COI no se hizo esperar y llegó de boca del portavoz de la entidad, Mark Adams, quien consideró que Rusia "cae cada vez más bajo" con este tipo de declaraciones que -afirmó- "van más allá de lo aceptable" al pretender vincular la nacionalidad de Bach con el nazismo y el Holocausto.
"Es todo lo que tengo para decir al respecto", se limitó Adams, a quien Bach le otorgó la responsabilidad de darle una respuesta a las acusaciones de Rusia por ser estas "extremadamente agresivas" y "demasiado personales".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA