El bicampeón mundial español Fernando Alonso estableció hoy el mejor tiempo con Aston Martin tras las dos primeras sesiones libres del Gran Premio de Arabia Saudita, segunda competencia de la temporada de la Fórmula 1 que se correrá este sábado.
Alonso giró en 1'28"827 en su vuelta más veloz y mejoró por casi un segundo el mejor crono con el que el tricampeón mundial neerlandés Max Verstappen había dominado la primera sesión libre por la mañana al comando de su Red Bull (1'29"659).
El español, que en esa tanda inicial había logrado el segundo tiempo en pista, cerró la jornada con 230 milésimas de segundo de ventaja sobre el británico George Russell, quien al mando de Mercedes terminó por delante de Verstappen, que quedó a 331 milésimas del crono de Alonso.
Russell había sido cuarto por la mañana, cuando cerró a espaldas del mexicano Sergio Pérez, quien con el otro Red Bull logró el quinto tiempo del día al terminar a 473 milésimas de segundo de Alonso y por detrás del monegasco Charles Leclerc, cuarto a 353 milésimas del español con su Ferrari.
El español Carlos Sainz, con la otra SF-24, sexto en la primera sesión, cayó al séptimo puesto en la segunda al completar su mejor vuelta 628 milésimas de segundo más lento que su compatriota, cuyo compañero de equipo en Aston Martin, Lance Stroll, cerró quinto a 509 milésimas de Alonso.
Octavo tiempo para el séptuple campeón mundial británico Lewis Hamilton, que se ubicó a 677 milésimas de segundo de distancia del mejor crono con Mercedes y quien antes de salir a pista en Jeda afirmaba que Mercedes tiene puestos los ojos en Verstappen.
"Estoy seguro de que Max está en la mira de Mercedes", afirmó Hamilton, quien al final de la actual temporada dejará el equipo alemán para pasar a Ferrari, aunque coincidió con Toto Wolff, jefe de Mercedes, al destacar que Verstappen difícilmente aceptaría dejar un equipo que le garantiza una máquina veloz y ganadora como Red Bull.
"Seguramente Max estará bastante concentrado en el presente. No veo razones para que decida dejar una máquina tan fuerte", destacó Hamilton sobre un Verstappen que en el arranque de la temporada en Bahrein atrapó la pole position, cantó victoria en el Gran Premio y sumó también la vuelta más rápida.
En Sakhir, el neerlandés compartió el podio con Pérez tras el uno-dos de Red Bull, y con un Sainz que partiendo desde el cuarto puesto de la grilla logró terminar tercero en carrera por delante de Leclerc, condicionado por algunos problemas en el sistema de frenos que atentaron contra su actuación tras largar desde la primera fila.
Como en Bahrein, la grilla de Arabia Saudita se definirá el sábado con las pruebas de clasificación que se disputarán después de la tercera y última sesión libre de cara a un Gran Premio que también se correrá el sábado por efecto del Ramadán, el mes sagrado del Islam que se inicia este domingo.
Verstappen irá en busca de su noveno triunfo consecutivo en la máxima categoría (antes de celebrar en Bahrein en el inicio de la temporada, ganó en Japón, Qatar, Austin, México, Brasil, Las Vegas y Abu Dhabi en el cierre de la anterior) y de su quincuagésimo sexta victoria en la Fórmula 1.
Sin rivales a la vista, al menos por el momento, el neerlandés intentará extender su estado de gracia al comando de un Red Bull que le ofrece garantías de gloria por las cuales el jefe del equipo austríaco, Christian Horner, se animó a asegurar hoy que el piloto seguirá en esta escudería al menos hasta el final de su contrato, en 2028.
"Hasta entonces, seguirá ganando con nosotros", resumió al destacar que "todos se concentran en el futuro, mientras nosotros estamos enfocados en el presente y en este Mundial" y después de minimizar versiones que apuntan a que el propio padre de Verstappen, Jos, presiona a Red Bull con la posible partida de su hijo si Horner no da un paso al costado.
"¿Si yo me quedo, Jos se llevará a Max?", se preguntó antes de agregar: "Fue Jos quien formó a Max, pero habla en nombre propio, así como Max también habla por sí mismo" y destacar que "ambos estamos interesados en que su hijo logre los mejores resultados posibles".
Mucho más escueto se mostró cuando le preguntaron por el caso que lo salpicó y que obligó a la escudería austríaca a ordenar una investigación independiente tras la denuncia de una empleada contra Horner, acusándolo de "comportamiento inapropiado".
El directivo salió indemne después de que -dijo- "la situación entre las partes quedo aclarada", aunque se excusó de profundizar al respecto, así como Red Bull de hacerlo en relación con la suspensión que le aplicó a la empleada en cuestión, cuando fue consultada sobre las razones de esa decisión.
El caso Horner no fue el único que dio que hablar en el "paddock" al reanudarse hoy las acciones, pues en la previa también se vio salpicado de sospechas Mohammed Ben Sulayem, presidente de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA).
Según un informante anónimo citado por la BBC, el dirigente emiratí intentó boicotear la realización del Gran Premio de Las Vegas en la pasada temporada. Fue el mismo que denunció a Ben Sulayem por intervenir en favor de ALonso en la pasada edición del Gran Premio saudita, cuando la entidad que preside revocó una penalización de diez segundos que hubiese marginado del podio al español.
Hace un año, el bicampeón mundial cerró la carrera a espaldas de Pérez y de Verstappen, pero la sanción que luego fue revocada por la FIA amenazaba con relegarlo y favorecía a Russell, a quien el festejo la quedaría atragantado.
Hoy, Alonso no necesitó "ayuda" para confirmar su mejoría en una jornada que mostró a Ferrari un poco más atrás de lo que algunos preveían tras disputarse el primer Gran Premio del año y a Verstappen y Red Bull agazapados para volver a sumar todo lo que sea posible y refrendar su hegemonía este fin de semana.
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