Lo reveló una investigación del diario español El País, el cual asegura que desde hace años, en muchos países africanos circulan estos delincuentes que, con la promesa de una prueba en un club profesional, piden dinero a la familia de los potenciales deportistas, pero luego desaparecen.
Según estimaciones publicadas por el periódico español, el 27% de los jóvenes futbolistas africanos contactados por los fiscales han tenido experiencias similares.
La estrategia, refiere la nota, es siempre la misma: al principio se acercan a los campos de tierra de los suburbios más pobres. Luego comienzan a regalar material deportivo, ganándose así poco a poco la confianza de los entrenadores de los equipos locales y sobre todo de las familias de los niños.
Entonces hacen la gran oferta a los más talentosos: 1.200 euros, pero a veces incluso más, a cambio de una prueba en un equipo profesional de Europa o de otras partes del mundo.
El joven avisa a su familia, que inmediatamente cae en la trampa: organiza colectas entre sus parientes para que su hijo tenga la oportunidad de escapar de la pobreza.
El País cita el caso de Diplo, de 23 años y que vive en una casa humilde en Abiyán, Costa de Marfil, luego de haber sido estafado en 2018 por estos falsos agentes en tres ocasiones.
El padre, ya fallecido, su madre y su padrastro juntaron alrededor de 8.000 euros, vendieron todos sus bienes, casa, terreno, se endeudaron para cumplir estas promesas que luego resultaron falsas.
Durante su odisea, Diplo durmió en las calles de Dubai, entrenando en un parque público mientras esperaba una prueba para un equipo emiratí que obviamente nunca llegó.
Luego le prometieron un contrato en un equipo indio de primera división, pero acabó con un brazo roto tras un partido de una liga inferior de fútbol siete en el estado de Kerala.
La tercera vez que le defraudaron fue cuando le contaron la halagadora opinión que le había dado un inexistente abogado londinense.
Marc Zoro, presidente del sindicato de jugadores de Costa de Marfil, subrayó que estos falsos agentes crearon un enorme negocio en todo el continente "por la sencilla razón de que en el fútbol real se mueve mucho dinero".
"Son personas inteligentes, cultas, verdaderos especialistas en estafas. Conozco casos de muchachos muy jóvenes que terminaron en prisión en Tailandia, en Armenia, desesperados, indefensos, sin dinero para regresar a casa", lamentó Zoro.
La Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (Fifpro) también está en primera línea para frenar estos personajes y, junto con la Fundación Didier Drogba, organizó una amplia campaña de prevención e información.
El mensaje de la iniciativa es comprobar siempre que el agente tenga documentos válidos y credenciales serias.
La FIFA también se sumó aprobando un reglamento para garantizar unos estándares éticos y profesionales adecuados a la figura de los agentes a nivel global.
Después de lo cual, lamentablemente, junto a las estafas, también hay implicaciones muy cuestionables en los procedimientos normales de contratación de los grandes clubes, que alimentan acciones que rozan la legalidad.
Muchos clubes de fútbol europeos, norteafricanos o asiáticos prácticamente no están dispuestos a afrontar ningún coste preventivo sin haber visto al jugador en directo. Así que invitan a los jóvenes a hacer una prueba en sus instalaciones, pero no corren ni un euro de riesgo.
Al final, el joven tiene que adelantar los gastos de traslados, alojamiento, visa y comida. Si la prueba sale bien, le devuelven el dinero. De lo contrario, el club no pierde nada.
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