Marcó el ritmo en las libres, pero sufrió "daños colaterales"
(ANSA) - LAS VEGAS, 17 NOV - Una jornada de sensaciones contrastantes vivió hoy Ferrari en Las Vegas, donde sus pilotos marcaron los mejores tiempos en las sesiones libres del penúltimo Gran Premio de la temporada, la primera de las cuales le generó graves consecuencias, deportivas y económicas a la escudería italiana.
"Esta situación es simplemente inaceptable", bramó el francés Frederick Vasseur, jefe del equipo, al aludir a los daños que sufrió la SF-23 del español Carlos Sainz, aunque no fue el único perjudicado, por efecto del impacto de su bólido con una alcantarilla que se había desprendido en el circuito callejero.
Una situación que acortó a sólo nueve minutos esa sesión inicial y que obligó a los mecánicos de Ferrari a trabajar contrarreloj para reparar la máquina del español, a la que debieron reemplazarle varios componentes, entre ellos el motor, la batería y la central de control.
Al perjuicio económico, estimado en más de un millón de dólares, se sumó la penalización que le aplicaron a Sainz, que perderá diez posiciones en la grilla de partida del domingo, porque el reglamento de la FIA no contempla excepciones a pesar de que los daños fueron provocados por efecto de un objeto totalmente ajeno a la escudería y al piloto.
Una decisión que sacó de quicio a Vasseur y generó la primera gran polémica en el regreso de la máxima categoría a la "Ciudad del pecado" y del juego después de cuatro décadas de ausencia.
Mal comienzo para el reencuentro de la Fórmula 1 con esta ciudad que alberga el tercer Gran Premio de la temporada que se corre en Estados Unidos, como reflejan las imágenes del incidente padecido por Sainz y que hizo temer por su integridad.
El impacto de su Ferrari con la alcantarilla suelta destrozó la parte posterior de su máquina, que quedó envuelta en una nube de chispas y parecía a punto de prenderse fuego, situación que amenazaba con impedirle salir a pista al español para completar incluso la segunda sesión.
"No creo que Carlos vuelva a salir a pista hoy", advertía Vasseur, antes de que su equipo reparara en tiempo récord la SF-23 dañada y el español lograse disputar finalmente esa manga en la que finalizó a espaldas de su compañero de equipo, el monegasco Charles Leclerc, el más veloz con un giro de 1'35"265.
A más de medio segundo se ubicó Sainz, por quien Vasseur dijo haber "sentido miedo porque el impacto fue tremendo", al confesar: "No entedíamos qué había ocurrido ni siquiera observando las imágenes de la cámara a bordo de la máquina.
"El daño fue enorme, pero por suerte Carlos no sufrió ninguna lesión", agregó el directivo al señalar que "es un comienzo complicado en un fin de semana en el que teníamos altas espectativas" y destacar que "debemos distinguir entre el aspecto deportivo y el espectáculo propiamente dicho".
"Hasta ahora, el clima fue realmente fantástico, pero eso no debería distraer nuestra atención de lo más importante. Todavía estoy conmovido y realmente muy furioso por lo que se me hace difícil hablar. Quizás lo aconsejable sería que en estos trazados nuevos también compitan otras categorías para probarlos a fondo" completó.
Por una situación similar a la de Sainz pasó el francés Esteban Ocon, en cuyo Alpine-Renault debió ser reemplazada la "célula de supervivencia", escenario que se respitió en el Alfa Romeo del chino Guanyu Zhou, que cerraron la jornada en el decimosexto y el decimoctavo puesto a casi y a más de dos segundos de distancia de Leclerc.
Más cerca se ubicaron el español Fernando Alonso, a 528 milésimas con su Aston Martin, y el mexicano Sergio Pérez, que quedó a 820 milésimas con su Red Bull, ambos por delante del finlandés Valtteri Bottas, de Alfa Romeo, y del tricampeón mundial neerlandés Max Verstappen, que cerraron a 864 y a 918 milésimas del mejor tiempo, en cada caso.
Noveno, a 1"398 se ubicó el séptuple campeón mundial británico Lewis Hamilton, cuyo compatriota y compañero de equipo en Mercedes, George Russell, ni siquiera logró meterse entre los diez mejores tiempos y quedó duodécimo, a 1"625 del registro del monegasco.
Similar escenario para el también británico Lando Norris y para el australiano Oscar Piastri, de McLaren, que terminaron en el undécimo y el decimocuarto puesto en una segunda sesión que se extendió por el lapso de una hora y media para recuperar el tiempo perdido por lo sucedido en la primera.
Una situación que pretendió minimizar, en cambio, el jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, al asegurar: "No me parece que se trate de un papelón de la Fórmula 1 y creo que nadie hablará de esto mañana. Es realmente ridículo que estemos hablando de una maldita alcantarilla que se soltó".
Porque a tí no te pasó, pensarán en Ferrari en el cierre de la primera jornada en una Las Vegas donde -suele decirse- todo lo que pasa, se queda y donde hoy Jacques Villeneuve, ex piloto de la máxima categoría e hijo del legendario Gilles se sumó al "glamour" contrayendo matrimonio con Giulia Marra (su pareja desde hace cuatro años) en una capilla especialmente montada en la zona de boxes. (ANSA).