Desde que goleó por 4-1 a Udinese sexta fecha, Napoli no consigue ganar ante su público en el campeonato y tampoco en la Champions League, razón por la cual mañana buscará romper con ese "maleficio" cuando reciba al penúltimo de la clase, Empoli.
El equipo del francés Rudi García marcha cuarto con 21 puntos y si consigue quebrar la racha en el estadio Diego Maradona desplazará del tercer puesto a Milan, que hoy empató 2-2 con campo de un Lecce que casi lo deja sin nada sobre el final de un partido que el "rossonero" ganaba por dos goles de ventaja.
El último campeón de Italia celebró su último triunfo de local aquel 27 de septiembre ante Udinese, tras lo cual en esa misma condición perdió 3-1 con Fiorentina y empató 2-2 con Milan, luego de haber caído con Real Madrid por 3-2 en Champions y empatar esta semana 1-1 con Union Berlín en el torneo continental frente a su público.
Paradójicamente y diferencia de lo que indicaría la denominada "media inglesa" (ganar de local y al menos empatar de visitante), el equipo de García suele agrandarse en rodeo ajeno, pues como visitante compensó esa mala racha de local derrotando a Lecce por 4-0, a Hellas Verona por 3-1 y a Salenitana por 2-0, el pasado fin de semana, todos en condición de visitante.
Escenario que se repite cuando juega por la Champions, que inició con victoria por 2-1 a domicilio frente a Sporting Braga y en la que repitió al superar por 1-0 a Union Berlín en su última salida, aunque luego el equipo alemán lo frustró en el Maradona para sumar su primer punto en el certamen.
Así las cosas, el objetivo del Napoli no es otro que darle una alegría a su gente para espantar los fantasmas que sobrevuelan sobre su entrenador, a quien el hoy DT de la selección "azzurra", Luciano Spalletti, le dejó la vara muy alta tras consagrarlo campeón después de 33 años de espera.
Enfocado en Empoli, el plantel se entrenó hoy en Castel Volturno, donde el enemigo de turno fueron los fuertes vientos, ante la atenta mirada del presidente Aurelio De Laurentiis, que no se perdió detalle buscando alguna explicación a esta racha del equipo.
Garcia promete que a partir de mañana mismo verán a un nuevo Napoli ante un Empoli que podría servirle como trampolín anímico antes del receso obligado en el campeonato por la doble fecha FIFA y de visitar, el 29 de noviembre, a un Real Madrid ya clasificado a los octavos de final en la Champions, al cabo de cuatro victorias en igual cantidad de partidos.
Lo que le queda por delante al último campeón del "Calcio" en el torneo local tampoco es sencillo, pues después de Empoli aparecen en el horizonte Atalanta, Inter y Juventus (frente al primer y al último de los cuales jugará como visitante).
Los ánimos en la previa no son los mejores pues los aficionados anuncian que no repararán en silbar para reprobar a sus jugadores si Napoli no gana, ecuación en la que también entra De Laurentiis, a quien podrían exigirle un golpe de timón, aunque está visto que el dirigente no se deja llevar por la opinión de los demás.
Quien salió en defensa de Garcia fue su colega de Empoli, Aurelio Andreazzoli, al afirmar que "es un gran amigo con el cual he trabajado y siempre fue una persona muy escrupulosa que recibió una pesada 'herencia' de Spalletti, pero creo que era el más indicado para hacerse cargo de eso".
Mientras aguarda por la total recuperación del nigeriano Victor Osimhen, "capocannoniere" de la pasada temporada que se reintegró al plantel tras una lesión, Napoli apuesta por los goles de Giacomo Raspadori, del georgiano Khvicha Kvaratskhelia o de Matteo Politano, quienes aportaron varios a los 24 que convierten a Napoli en el segundo ataque más fructífero del torneo detrás de Inter (27).
Con 21, Empoli ostenta una de las vallas más vencidas del certamen, sólo superada por la colista Salernitana (24) y por Cagliari, que también padeció 24, pero dos de ellos hoy frente a Juventus en uno de los adelantos de la jornada.
Cifras que indican que esta debería ser la vencida para que Napoli se reencuentre con el triunfo ante su gente, que pese a todo no está dispuesta a abandonarlo como se refleja en las entradas prácticamente agotadas para el duelo de este domingo, algo que en caso de no ganar podría convertirse en un "boomerang".
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