De la Copa Libertadores por primera vez en la historia
(ANSA) - RIO DE JANEIRO, 4 NOV - Fluminense se consagró hoy por primera vez en la historia como campeón de la Copa Libertadores al derrotar por 2-1 a Boca Jrs en una final caliente en la previa y durante los 120' de juego en un colmado estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El argentino Germán Cano, goleador del torneo con 13 festejos, abrió el marcador a los 36' para el equipo brasileño, que debió esperar al tiempo suplementario para asegurar la victoria con un gol de John Kennedy a los 99', después de que el peruano Luis Advíncula empatase a los 72'.
Kennedy se excedió en el festejo y terminó expulsado por doble amonestación, aunque también el equipo argentino quedó con diez jugadores por una agresión del colombiano Frank Fabra cuando se jugaba tiempo adicionado al primer período suplementario que mereció la tarjeta roja directa.
El colombiano Wilmer Roldán supo mantener el partido dentro de su cauce a pesar de las tensiones en un duelo que estuvo precedido por episodios de violencia entre fanáticos del "Flu" y del "xeneize" en las playas de Copacabana el jueves.
Hoy, celebraron los de Fluminense, que fue superior en el primer capítulo ante un Boca demasiado retrasado sobre su propio campo dejando al uruguayo Edinson Cavani muy aislado en ataque.
El planteo del entrenador Jorge Almirón, cuya continuidad algunos vuelven a poner en duda tras la nueva frustración sufrida por Boca, permitió que los comandados por Fernando Diniz, también DT de la selección brasileña, impusieran el ritmo en ese período inicial y se fueran al descanso con un golazo de Cano, la figura de la cancha.
El "xeneize", que había accedido a su duodécima final ganando por penales sus tres partidos en la fase de definición (a Nacional en octavos, a Racing Club en cuartos y a Palmeiras en semifinales), cambió el libreto en el complemento y comenzó a ganar protagonismo.
Comandado por el incansable Advíncula, apareció en escena la "mística copera" para emparejar el trámite con empuje y con garra y fue así que Boca llegó a la igualdad con un remate inatajable del lateral peruano que se coló abajo junto al poste derecho de un Fábio cuando promediaba el complemento.
Un gol que tuvo efecto anímico tanto en el equipo argentino, que se animó y fue por más, como en el brasileño, que sintió el golpe y prácticamente no volvió a inquietar a Sergio Romero, sobre cuyas espaldas descansaban las ilusiones de Boca si la final se definía por penales.
Las modificaciones que realizó Almirón parecieron revitalizar a su equipo, que contó con una chance clara para ponerse en ventaja tras un remate apenas ancho de Miguel Merentiel en la agonía del tiempo reglamentario.
Ya en el suplementario, Boca siguió siendo dominador, pero no logró plasmarlo en el marcador. Sí lo hizo Fluminense, que revivió tras una gran combinación entre el ingresado Lima, Keno y Kennedy, que había reemplazado a Paulo Henrique Ganso y sacó un remate inatajable para Romero para decretar el 2-1.
El autor del gol se excedió en el festejo y dejó con diez a su equipo, lo que parecía darle una vida más a Boca para ir por la hazaña, pero una irresponsabilidad de Fabra, al aplicarle un golpe a Nino, equilibró la balanza y terminó llevándose puestas las últimas esperanzas del equipo argentino, para entonces agotado por el desgaste realizado.
No pudo ser y la posibilidad de conquistar por séptima vez la Copa Libertadores volvió a quedar postergada, como en 2018, cuando cayó en una final que se mudó a Madrid (la última que se definió con partidos de ida y vuelta) ante su clásico rival, River Plate, último campeón argentino en el torneo.
Así, quedó a salvo el récord del también argentino Independiente, que celebró la última de su cosecha en 1984 y sigue siendo el equipo más laureado de la historia en una Copa Libertadores en la que Fluminense inscribió su nombre por primera vez.
Para el equipo brasileño, que refrendó la hegemonía del fútbol de ese país al suceder en el trono a Flamengo, su clásico rival que también había festejado en 2019 antes de que Palmeiras repitiera en 2020 y en 2021, la de hoy fue una revancha, de esas que -dicen- suele dar el fútbol.
Y es que también el Maracaná había caído en su primera y única final en 2008 ante Liga de Quito, que por aquellos años entrenaba el argentino Edgardo Bauza, que también la conquistó en 2014 con San Lorenzo, uno de los ocho de su país que supo ser campeón del torneo.
Fluminense se convirtió en el undécimo equipo brasileño en alzar la Libertadores, en la que Brasil celebra la vigésimo tercera consagración, a sólo dos de distancia de Argentina, que hoy no pudo recuperarla de la mano de Boca, que había logrado cuatro de sus seis títulos ante rivales de ese país.
Cruzeiro fue su primera "víctima" en 1977, Palmeiras la segunda en 2000, Santos la tercera en 2003 y Gremio la cuarta en 2007, en los dos primeros casos en definición por penales, vía por la cual también celebró en 2001 frente al mexicano Cruz Azul.
Fluminense no se sumó a la lista y hoy celebra con justicia pues avanzó a la fase decisiva como líder de su grupo y luego derrotó en tiempo reglamentario a Argentinos Jrs en octavos, a Olimpia de Paraguay en cuartos y a Inter de Porto Alegre en semifinales.
Uno de los más felices era Marcelo, fanático desde la cuna del equipo carioca que sufrió desde el banco tras haber sido reemplazado y se convirtió en uno de los pocos en ganar la Libertadores y la Champions, torneo este último que ganó cinco veces con Real Madrid.
También festeja Felipe Melo, que había ganado la Copa en 2020 y en 2021 con Palmeiras.
"Ganamos porque dejamos nuestra sangre en la cancha ante el equipo más grande de Argentina y quizás del continente", reconoció el zaguero, que nunca ocultó su admiración por Boca Jrs y aseguró: "Ahora puedo decir que tengo tres Libertadores, como Juan Román Riquelme", actual dirigente del club argentino que con él en cancha la alzó por última vez en 2007.
"Es difícil de explicar esa derrota porque hicimos un buen partido, pero no supimos aprovechar el hombre de más y ellos hicieron el gol", dijo por su parte "Chiquito" Romero, al destacar "lo que hizo el equipo a lo largo de esta Copa" y "agradecer a la gente que nos acompañó. Me saco el sombrero por ellos".
Romero, que cayó también en la final del Mundial 2014 que Argentina perdió en suplementario con Alemania en Maracaná, no tuvo revancha y tampoco la tuvo Boca. Hoy festeja Fluminense y lo tiene merecido. (ANSA).