(ANSA) - CIUDAD DEL CABO, 31 OTT - Una multitud se presentó
en el aeropuerto de Johannesburgo para recibir a la selección de
Sudáfrica, que el pasado sábado 28 ganó su cuarto título del
Mundial de rugby al vencer en la final de París a Nueva Zelanda.
Muchos aficionados vistieron los colores nacionales, verde y
dorado, en el regreso a casa del único equipo de rugby que ganó
cuatro Copas del Mundo.
Los aficionados de los "Boks", como les llaman cariñosamente en
Sudáfrica, aplaudieron al unísono mientras el capitán Siya
Kolisi, que con la bandera sudafricana sobre sus hombros, alzaba
la Copa Webb Ellis entre fuertes aplausos y ovaciones, tras lo
cual se tomó selfies con fanáticos.
"Gracias al pueblo sudafricano. Hemos pasado 20 semanas largas y
difíciles, pero valió la pena", dijo Kolisi, delantero y primer
capitán negro en la historia del rugby nacional sudafricano.
A su vez, el entrenador Jacques Nienaber declaró que era "un
privilegio increíble" estar al mando de los campeones.
"Conocí a la mayoría de estos jugadores cuando eran niños.
Muchos de ellos ahora son padres y tienen hijos. Sudáfrica
debería estar orgullosa de ellos", expresó Nienaber.
El último éxito y la esperanza de victoria que ha ido creciendo
semana tras semana han traído alegría a un país que lucha contra
el desempleo, la falta de electricidad y agua y una criminalidad
muy elevada.
En tal sentido, el presidente Cyril Ramaphosa pronunció en la
víspera un discurso a la nación esperando que el trabajo en
equipo multirracial que llevó al éxito de los "Boks" pueda
reflejarse en un nuevo espíritu unificador nacional para
trabajar juntos y sacar al país de la crisis.
Ramaphosa también anunció una jornada de celebración el 15 de
diciembre en homenaje a los "Springbocks". (ANSA).
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. © COPYRIGHT ANSA