Gabriele Gravina (foto: ANSA)
(ANSA) - ROMA, 18 OTT - El ministro de Deportes, Andrea
Abodi, y el titular del Sindicato de Futbolistas de Italia,
Umberto Calcagno, respaldaron al presidente de la Federación
Italiana de Fútbol (FIGC), Gabriele Gravina, ante el pedido de
dimisión presentado por Alfredo Antoniozzi, vicepresidente del
grupo de los Fratelli d'Italia en la Cámara.
"Todos exigimos claridad sobre las apuestas de los futbolistas,
pero ya no podemos presenciar el juego de masacre organizado por
un señor que repite nombres a su antojo. Es necesario que
intervenga la fiscalía de Turín", afirmó Antoniozzi.
"Todos los días leemos los nombres de los futbolistas
catalogados como ludópatas por (Fabrizio) Corona sin ningún
respeto hacia quienes investigan, tanto a nivel ordinario como
deportivo", agregó Antoniozzi.
"Espero que la televisión pública evite dar más espacio a este
personaje. Exigir transparencia no significa matar gente en los
medios", completó vicepresidente del grupo de los Fratelli
d'Italia sobre el fotógrafo conocido como el ex "rey de los
paparazzi".
Corona reveló los nombres de Nicoló Fagioli, mediocampista de
Juventus, de Sandro Tonali (su colega del Newcastle) y de Nicoló
Zaniolo (delantero del Aston Villa), todos involucrados en una
investigación de la fiscalía de Turín por las apuestas ilegales
en plataformas on-line no autorizadas
"A la luz de lo sucedido y está surgiendo en el fútbol italiano
entre apuestas, doping, fracasos deportivos, problemas
infraestructurales y televisivos, crisis económicas: ¿qué hace
falta todavía para revolucionar la dirección del movimiento?",
preguntó luego la Liga mediante un comunicado dirigido al
vicepremier Matteo Salvini.
"Es cada vez más necesario, por respeto a millones de
aficionados y en particular a los más jóvenes, un cambio radical
a partir de la dimisión del presidente Gravina", completa la
nota.
Más enfático aún fue el cuestionamiento para Gravina de la
diputada de la Liga y vicepresidenta de la comisión de Cultura,
Giorgia Latini.
"Resulta sorprendente que alguien que hizo de su pasión por el
fútbol su trabajo defienda la actual estructura de la alta
dirección de este deporte", manifestó Latini.
"Las apuestas, el doping, los fracasos repetidos no son una
buena señal ni para esta disciplina, ni para los aficionados, ni
para los jóvenes que miran este mundo con pasión y lo toman como
referencia", enfatizó Latini.
"Es una posición de la Liga y de otros parlamentarios, pero en
este momento estoy centrado en las emergencias. Estoy
acostumbrado a respetar la posición de los demás, más aún de los
socios", expresó a su vez Abodi sobre la petición de dimisión de
Gravina.
"Mi tarea no es compartir una opinión, sino garantizar que se
pueda encontrar una solución a determinadas patologías que han
surgido", agregó el ministro de Deportes y de Juventud.
"Creo que el gobierno no aborda este tema como una prioridad.
Entonces también tengo que intentar interpretar por qué se hizo
una determinada petición. Pero también creo que la agenda diaria
del fútbol nos ofrece muchas ideas de reflexión, compromiso y
responsabilidad", completó Abodi.
Otro aliado del titular de la FIGC es el presidente de la Liga
de la Serie B, Mauro Balata: "sobre el tema de las apuestas,
incluso con todas las precauciones necesarias, considerando que
todavía estamos en la fase de investigación, estoy de acuerdo
con lo afirmado por el ministro Abodi y el presidente Gravina".
"El fútbol es el deporte de los italianos, es un sector complejo
que también puso de relieve algunos problemas, pero son los
miembros de la FIGC quienes deben hacer las evaluaciones
oportunas", consideró en tanto el vicepresidente adjunto de los
diputados y portavoz de Forza Italia, Raffaele Nevi.
También Calcagno expresó su claro respaldo hacia el titular de
la FIGC: "estoy sorprendido y entristecido, los ataques
políticos a Gravina me parecen verdaderamente instrumentales",
aseveró en diálogo con ANSA.
En igual sentido se expresó el presidente de la Lega Pro, Matteo
Marani, quien opinó que ante la petición de dimisión de Gravina
"comprobamos que no es momento de divisiones y catastrofismo".
"El fútbol italiano tiene semanas cruciales por delante en las
que se disputará la clasificación para la próxima Eurocopa,
objetivo indispensable para todos. El único camino que puede
conducir al relanzamiento del movimiento es la unidad de
propósito", argumentó Marani.
Por su parte, el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI),
Giovanni Malagó, pidió respeto de la política a la independencia
del deporte.
"Ustedes conocen mi posición y sólo puede ser así como
presidente del CONI. Es muy importante que la política se ocupe
del deporte, es muy necesario, pero eso no significa que deba
ocuparse del deporte", aclaró Malagó.
"Es un mundo que tiene su propia autorregulación debido a los
contextos electorales. Cada uno tiene ganas de expresar su
opinión, pero yo sólo puedo proteger los pilares de nuestro
mundo", concluyó el presidente del CONI.
Sorprendido por el "ataque contra Gravina" se mostró también el
presidente de la Asociación Italiana de Entrenadores de Fútbol
(AIAC), Renzo Ulivieri.
"Son ataques instrumentales e incluso peligrosos. Quizás quienes
intervinieron no lo sepan, pero este tipo de declaración corre
el riesgo de que Italia abandone la UEFA y la FIFA, que no
toleran la injerencia de la política en la gestión de las
federaciones", recordó Ulivieri.
El titular de la AIAC lamentó la embestida contra Gravina
"precisamente ahora que obtuvo para Italia la organización de la
Europa 2032" con Turquía.
"En cuanto a las apuestas y el doping, evocados en comunicados
políticos, nos preocupa recordar que la FIGC tiene reglas
claras, aplicadas con rapidez, justicia y humanidad", subrayó
Ulivieri.
"En la alternancia de gobiernos siempre hubo un gran respeto por
la FIGC y estoy convencido de que más allá de las
comunicaciones, ese respeto siempre estará ahí. La federación se
gestiona de manera adecuada, no hay situaciones ni problemas que
requieran solicitudes de dimisión o nombramientos de
comisionados", remarcó en tanto Giancarlo Abete, presidente de
la Liga de fútbol Amateur italiana.
"No veo ningún tipo de responsabilidad por parte de la FIGC en
los problemas que el país tiene en mucha mayor medida que las
del deporte. El ministro Abodi está muy presente, esperamos
respuestas del mundo político sobre el fútbol base", concluyó
Abete, que también fue parlamentario. (ANSA).
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