Nacido para ser campeón

A los 26 años, Verstappen sigue alimentando su mito

Verstappen sigue haciendo historia (foto: ANSA)
Verstappen sigue haciendo historia (foto: ANSA)

  (ANSA) - LUSAIL, 7 OCT - Hace tres temporadas, conquistó su primer título en la Fórmula 1 en la última vuelta del último Gran Premio disputado en Abu Dhabi, con polémica incluida tras las protestas del británico Lewis Hamilton, que veía como se le escapaba la corona de entre las manos con el último suspiro.
    Hoy, el neerlandés Max Verstappen se instala nuevamente en el Olimpo de las leyendas de la máxima categoría repitiendo halago como en 2022 (cuando se consagró en Suzuka con cuatro fechas de anticipación), esta vez a falta de seis Grandes Premios para el final del campeonato, incluido el de este domingo en Lusail, en el que partirá desde la pole position con la corona definitivamente instalada en su cabeza.
    Y allí irá el neerlandés, al comando de un Red Bull imbatible como él, buscando seguir haciendo historia y en pos de más récords y de más gloria en una temporada que lo vio ganar 13 de 16 carreras disputadas y en la que no parece conformarse, como lo demostró hoy peleando hasta el final con el australiano Oscar Piastri, de McLaren, por el triunfo en la "Sprint Race" de Qatar.
    Una competencia en la que su compañero de equipo, el mexicano Sergio Pérez, debió abandonar en la décima de las 19 vueltas pautadas y le allanó el camino a una nueva consagración, pues Verstappen necesitaba sumar al menos tres puntos para consagrarse tricampeón del mundo dado que le llevaba 177 puntos de ventaja al también escolta con 180 por disputarse.
    No hubo que esperar al domingo esta vez para verlo celebrar al neerlandés, quien igualó lo hecho por el incomparable Michael Schumacher, séptuple campeón mundial alemán que en 2002 festejó su quinta corona con semejante anticipación.
    Nacido el 30 de septiembre de 1997, "Mad Max" siguió los pasos de su papá Jos, piloto también de la Fórmula 1 entre 1994 y 2003 que con apenas dos podios en 107 carreras disputadas logró resultados mucho más modestos que los de su hijo.
    Un vástago que hoy lo reivindica a pesar de haber mantenido una relación bastante compleja, debido a la rígida educación impuesta por el padre y apenas mitigada por la madre, Sophie Kumpen, de la que también heredó los genes y la pasión por los "fierros" porque también ella supo ser piloto de kart.
    Con esos antecedentes, qué opciones le quedaban al pequeño Max que también dio sus primeros pasos en esa categoría con sólo ocho años y demostró precozmente que estaba hecho para esto, quemando etapas hasta pegar el salto a la Fórmula 3 en 2014.
    Con el equipo Van Amersfoort Racing inició su camino en el campeonato europeo, en el que finalizó tercero tras celebrar diez victorias, seis de ellas consecutivas que hicieron imposible que pasara desapercibido.
    Fue Helmut Marko, consultor del equipo Red Bull, uno de los primeros en echarle un ojo y quien lo convocó para que se sumase al Red Bull Junior Team primero y luego a Toro Rosso, equipo satélite de la escudería austríaca con el que el 3 de octubre de 2014, con apenas 17 años y tres días, debutó en la máxima categoría durante las pruebas libres del Gran Premio de Japón.
    Su talento era incuestionable y aunque a veces no es aconsejable quemar etapas, Marko decidió hacerlo debutar en el campeonato de 2015, cuando todavía no había cumplido la mayoría de edad y en el que logró dos cuartos puestos, en Hungría y en estados Unidos. En Australia había sido el más joven de la historia en debutar en la Fórmula 1 y en Malasia el más precoz en cosechar puntos.
    Su temeridad para manejar siempre al límite y su dedicación al trabajo lo destacaron por sobre el resto y condicionaron también su relación con algunos de sus compañeros de equipo, algo a lo que solía responder con una frase que él mismo acuñó: "Acostúmbrense, cada cual tiene su estilo y este es el mío".
    Max nunca se destacó por su simpatía y en su estilo de manejos algunos creyeron ver la imagen del recordado piloto brasileño Ayrton Senna, a quien hoy Verstappen igualó tras conquistar su tercera corona en la Fórmula 1.
    Sus vínculos con Brasil también se reforzaron tras la relación con Kelly Piquet, nueve años mayor que él e hija del también tricampeón mundial brasileño Nelson Piquet.
    En 2016, apenas iniciada la temporada, se sumó a Red Bull y disputó el Gran Premio de España en Montmeló, el 15 de mayo de ese año, donde logró su primera victoria en la máxima categoría y se convirtió en el piloto más joven de la historia en celebrar un triunfo con apenas 18 años, siete meses y 15 días de edad.
    Los éxitos se sucederían en 2017 y en 2018, con dos en cada caso, y serían otros tres en 2019 y nuevamente dos en 2020, temporada que se vio condicionada por la pandemia de Covid que obligó a cancelar varias de las citas previstas en el campeonato.
    El gran salto llegó en 2021, junto con su primer título que conquistó al ganar diez de los 22 Grandes Premios (sumó igual cantidad de poles), batiendo el récord de mayor cantidad de podios en una temporada, con 18.
    En 2022, Verstappen continuó creciendo y festejó 14 victorias, siete poles e igualó la mayor cantidad de puntos en una misma temporada, al totalizar 454, un récord que él mismo está a punto de batir pues con los siete que cosechó hoy en la "Sprint Race" de Qatar ya suma 407 a falta de seis carreras para el final (y otras dos "Sprint Race").
    Son 13 las victorias que celebró este año en 16 competencias (diez de las cuales consecutivas, otro récord que pulverizó) y mañana irá en busca de una más desde la pole (novena en esta temporada) para seguir agigantando su figura, ya instalado definitivamente en el trono. (ANSA).