Sólo faltó el gol

   (ANSA) - EMPOLI, 6 OCT - Empoli y Udinese, dos equipos necesitados de puntos para salir de la zona más baja de la tabla, protagonizaron hoy un entretenido empate en el que sólo faltaron los goles y que puso en marcha la octava fecha del campeonato.
    El 0-0 final no refleja lo sucedido en cancha en un partido muy combatido en el estadio Carlo Castellani de Empoli, que mereció algo más porque generó situaciones de riesgo en mayor proporción que su rival especialmente en el complemento, pero no supo concretarlas.
    Aunque parezca mentira, se trató del primer empate en el campeonato para el equipo de Aurelio Andreazzoli, que celebró también una única victoria y sufrió seis derrotas que lo mantienen en zona de descenso con cuatro puntos, apenas uno menos que Udinese, que sumó su quinta igualdad y sigue sin poder ganar.
    El primer capítulo se encendió cuando se jugaban los primeros 15 minutos, hasta los cuales los dos equipos se mostraron demasiados contenidos, como si las urgencias en lugar de empujarlos hacia adelante los ataran tanto como los propios miedos.
    En ese contexto, el primero en soltarse fue el serbio Lazar Samardzic, quien a los 11' se liberó de su marca y sacó un zurdazo venenoso que fue desviado al tiro de esquina, situación que pareció despertar al local.
    Empoli respondió a los 18' y llegó por primera vez con riesgo con un derechazo del rumano Razvan Marin desde afuera del área que intentó buscar el ángulo del arco defendido por Marco Silvestri, quien conjuró el peligro a puro reflejo.
    Samardzic, asociado esta vez con el francés Florian Thauvin, volvió a generar peligro a los 23' de contragolpe, pero su remate terminó por sobre el travesaño, demostrando que los de Andrea Sottil estaban en partido, aunque la tenencia del balón fuese de su rival.
    Empoli manejaba el trámite, pero Udinese era el más incisivo y volvería a serlo a los 28' nuevamente con Samardzic, quien intentó sorprender al albanés Etrit Berisha con un remate potente que se fue apenas ancho, situación a la que Empoli respondió con otro de Tommaso Baldanzi que volvió a conjurar Silvestri.
    Gran actuación del arquero de Udinese, quien a los 39' nada podría hacer para impedir la caída de su valla cuando Baldanzi habilitó a un Francesco Caputo que estaba claramente adelantado, como determinó el VAR mientras los fanáticos de Empoli todavía celebraban la conquista que sería invalidada.
    Antes del descanso, Caputo tuvo otra ocasión para quebrar el cero, pero la pelota se perdió por la línea de fondo.
    Al regreso del mismo, Empoli lució menos tímido que en el primer capítulo y con Matteo Cancellieri como conductor fue en busca del empate ante un Udinese que tuvo en Samardzic a su jugador más incisivo.
    Ambos protagonizarían la jugada polémica del partido, cuando el serbio pareció derribar a su rival apenas ingresado al área cuando se disponía a rematar y el árbitro Michael Fabbri sancionó penal a los 59' de juego.
    Advertido por el VAR, que revisó la jugada durante un par de minutos que parecieron interminables, el juez volvió sobre sus pasos luego de observar las acciones en pantalla y a pesar de los reclamos de los jugadores y del público local.
    Las últimas ocasiones del partido también serían de Empoli. La primera fue de Cancellieri, quien en la agonía del tiempo reglamentario sacó una volea que se fue muy cerca, en tanto que el ingresado Nicoló Cambiaghi tuvo una más, pero tampoco logró concretarla.
    "Satisfecho", pese a todo, se dijo Andreazzoli, quien desde que inició su segundo ciclo en Empoli cosechó el único triunfo del equipo, el empate de hoy y otras dos derrotas.
    "Se lo dije a los muchachos y los felicité porque este es el espíritu que quiero ver en ellos. No alcanzó para ganar, pero estuvimos cerca de lograrlo ante un rival difícil", agregó.
    "Hicimos un buen primer tiempo, en el que generamos situaciones, pero decayó nuestro nivel en el complemento", dijo su colega Sottil, al reconocer que la ansiedad le jugó en contra a sus dirigidos como para lograr su primer triunfo en el campeonato.
    "La victoria será la mejor medicina", resumió como receta para destrabar a un equipo que, cuando lo consiga, "jugará con menos presión y más desenvuelto", a decir del técnico de Udinese, que contó con los argentinos Nehuén Pérez y Roberto Pereyra (reemplazado a los 71' por su compatriota Martín Payero).
    (ANSA).