El esloveno Primoz Roglic refrendó sus pergaminos de favorito en el Giro de Italia al conquistar la casaca rosa de líder de la competencia tras imponerse en la penúltima etapa de la centésimo sexta edición.
"Es una sensación increíble", resumió el ciclista del equipo Jumbo-Visma tras conquistar la contrarreloj en el tramo de 18,6 kilómetros entre Tarvisio y Monte Lussari con un tiempo de 44 minutos y 23 segundos para arrebatarle la casaca rosa de líder al británico Geraint Thomas, que parecía imbatible.
Como para darle una verdadera dimensión al golpe que asestó, Roglic destacó que "se me salió la cadena de la bicicleta y estuve a punto de perderlo todo, pero así son las cosas en estas competencias".
"El público me ayudó mucho y me transmitió su energía", confesó el vencedor al explicar que "esto aún no terminó, pero estamos cerca de coronar un final maravilloso".
Sólo 135 kilómetros de recorrido en terreno plano separan al esloveno de la gloria que lo espera en Roma, para el cierre de una edición del Giro en la que hoy dio la nota arrebatándole el comando de la prueba al galés del equipo Ineos Grenadiers.
Thomas había logrado retener el liderazgo de la general hasta la penúltima etapa, pero hoy cerró a 40 segundos de Roglic y ahora es el esloveno el que manda con 14 segundos de ventaja.
El podio lo completa el portugués Joao Almeida, del UAE Team Emirates y uno de los grandes animadores de la prueba, que hoy cerró a 42 segundos del vencedor y marcha tercero en la general a 1'15" del flamante nuevo líder.
Gran actuación de Almeida, alentado por su compatriota José Mourinho, entrenador de la Roma, en una edición que tuvo muchos condimentos, distintos vencedores en las 20 etapas disputadas, entre ellos algunos sudamericanos, y demasiados abandonos.
La más importante tal vez fue la del campeón mundial belga Remco Evenepoel, obligado a desertar de la competencia apenas después de haber recuperado el comando de la prueba tras resultar positivo con Covid.
A pesar de haberse superado la etapa de pandemia global, el virus causó estragos en este Giro, más incluso que las múltiples caídas ocasionadas la mayoría de las veces por las malas condiciones climáticas.
Distintos ciclistas se calzaron la casaca rosa en esta edición, aunque como reza el dicho fue el último en hacerlo el que río mejor y le tocó a Roglic, siempre al acecho para asestar el golpe que hoy pudo asestar.
No fue fácil la misión del esloveno, pues aquel incidente con la cadena de su bicicleta que estuvo a punto de dejarlo cono las manos vacías pues le provocó un retraso de una veintena de segundos.
Desventaja que compensó con un ritmo infernal que resultó imposible para un Thomas que dio pelea, pero terminó rendido ante la superioridad de Roglic, campeón olímpico en Tokio en 2021 en la prueba contrarreloj.
Mañana, el esloveno realizará su paso triunfal rumbo a la gloria acompañado por una nutrida delegación de aficionados de su país que también hoy dijeron presente.
El nuevo líder, que no pudo contener el llando de emoción al final de la penúltima etapa, recorrerá los últimos kilómetros en Roma, donde las seis vueltas a un circuito de la capital serán el corolario de su consagración prácticamente asegurada.
Una última jornada emotiva en un Giro que regaló muchas emociones y algunas alegrías a los representantes del ciclismo italiano, entre ellos Damiano Caruso, quien se encamina a cerrar la competencia en el cuarto puesto y es el único "azzurro" entre los primeros diez.
El ciclista del equipo Bahrein Victorius se aseguró ese lugar al cerrar hoy en la misma posición, a 55 segundos de un Roglic que le lleva 4'40" de ventaja en la general.
Una tendencia que confirmó el francés Thinaut Pinot (Groupama-FDJ) al cerrar hoy en el quinto lugar (mismo puesto que ocupa en la general) a 59 segundos del vencedor del día, que le lleva 5'43" y está a un paso de celebrar.
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