La lluvia y las bajas temperaturas previstas para esta jornada, llevaron a los organizadores del Giro de Italia a acortar la decimotercera etapa de la prueba por cuestiones de seguridad, lo que generó polémica no sólo entre los competidores.
Debido a las malas condiciones climáticas, se decidió que el tramo de 199 kilómetros, que debía disputarse entre Borgofranco d'Ivrea y Crans Montana, se acortara a sólo 74,6 kilómetros, reanudando las acciones desde la salida del túnel del Gran San Bernardo, hasta donde los ciclistas arribaron a bordo de vehículos.
La decisión, anunciada por Mauro Vegni, director de la competencia, se adoptó aplicando el protocolo para condiciones climáticas extremas y luego de tomar en cuenta el reclamo de los propios atletas.
Uno de ellos es el británico Geraint Thomas, líder de la clasificación general, quien apoyó la medida en esta centésimo sexta edición del Giro que vio partir a varios debido a distintos incidentes o por efecto del Covid.
"Ya se enfermaron muchos muchachos y si queremos arribar a Roma (donde concluirá la prueba, Ndr) con al menos 50 ciclistas, esta me parece una decisión acertada", afirmó el representante de Ineos Grenadiers.
"El jueves por la tarde debatimos esta posibilidad con la CPA", agregó en alusión a la asociación sindical de los ciclistas y en diálogo con Eurosport.
"Todos los equipos expresaron su opinión y creo que fue una decisión correcta", agregó Thomas, según el cual "de todos modos será una etapa dura, pero al menos evitaremos correr durante algunas horas bajo la lluvia y con frío".
En la que consideró como la "primera etapa real de montaña" de este Giro, Thomas dijo sentirse bien físicamente y lamentó que las condiciones climáticas no acompañen este año.
Contrario a la decisión se dijo, en cambio, el italiano Gianni Moscon, que compite con el equipo kazajo Astana: "Se empezó a hablar de posibles cambios debido al mal tiempo ayer por la tarde y de modificar el recorrido de la etapa de hoy".
"Es cierto que el clima no acompaña y que estamos cansados, pero no creo que estuviesen dadas las condiciones para acortar la etapa", aseguró Moscon en diálogo con RaiSport.
"Creo que pudimos haber disputado el tramo tal como estaba previsto y si alguno decidía detenerse, podía haberlo hecho. Somos ciclistas profesionales", completó.
Tampoco pareció estar de acuerdo con la decisión el presidente de la región de Valle d'Aosta, Renzo Testolin: "Nos comunicaron a último momento que la etapa será acortada y que la caravana no pasaría por nuestra región. Sentimos una gran decepción por ello".
"También queremos disculparnos con nuestra población, porque habíamos cerrado el tránsito de vehículos en algunas vías principales a pedido de los organizadores. Después de meses de prepararnos para este acontecimiento, finalmente no podremos ser partícipes del Giro", agregó.
"Esperamos poder volver a acoger la Corsa Rosa en los próximos años en un contexto organizativo que valorice nuestro territorio y sus bellezas naturales", destacó el asesor regional de turismo y deporte, Giulio Grosjacques.
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