Napoli vuelve a celebrar hoy la conquista del "scudetto" después de 33 años, aunque a diferencia de los primeros dos de la historia con Diego Maradona como estandarte, esta vez parece haber aprendido la lección que dejó la debacle que sobrevino luego de aquellos años dorados.
Así como Corrado Ferlaino pasó a la historia como el hombre que hizo posible el sueño de ver al "Pibe de Oro" con la casaca del Napoli, hoy es Aurelio De Laurentiis el artífice de esta esperada coronación que promete nuevos tiempos de felicidad.
En sus 19 años de gestión y tras rescatar del abismo a un Napoli que adquirió en 32 millones de euros tras la quiebra que sobrevino a los años dorados, el empresario cinematográfico logró acomodar al club financieramente.
Un neto contraste con lo que sucedía en épocas de Ferlaino tras la partida de Maradona, cuando Napoli debió desprenderse de sus principales figuras y se inició el período más oscuro que incluyó el descenso a la Serie B de 1998, el regreso en el 2000 y un año después un nuevo descenso.
Situación que no mejoró tras pasar el club a manos de Giorgio Corbelli y luego de Salvatore Naldi, llegando al fatal 2004 con el equipo en mitad de tabla en la segunda división y una situación financiera tan compleja que derivó en la quiebra.
En septiembre de ese año, con Napoli inscripto en la tercera categoría, se produjo el desembarco de De Laurentiis, cuya personalidad, alejada del perfil habitual de quienes manejan el fútbol, supo mostrar espíritu crítico y en más de una ocasión lo llevó a enfrascarse también con los popes del fútbol europeo en encendidas polémicas.
De su mano, el club que nació en 1926 inició la "resurrección" y hoy no tiene problemas para dar la talla en materia de límites que impone el "Fair Play financiero" de la UEFA aún cuando no se privó de contratar a jugadores de renombre en distintos mercados de pases.
Dos Copas Italia, una Supercopa nacional, semifinales en la Europa League y cuartos de final en la actual edición de la Champions, contabiliza el club al mando de De Laurentiis, que supo imprimir su impronta en el manejo de su economía sin que eso jugase en desmedro del éxito deportivo.
Por las filas del Napoli pasaron en estos años jugadores que utilizaron al club como vitrina para pegar el salto a los denominados "grandes", a algunos de los cuales los apasionados fanáticos del equipo del sur de Italia no le perdonaron la afrenta.
En ese rubro, el que se destaca es el goleador argentino Gonzalo Higuaín, quien pasó de ser amado a odiado por firmar con la no menos odiada Juventus.
En materia de entrenadores, en la era De Laurentiis pasaron por Napoli nueve: Gian Piero Ventura, Edy Reja, Roberto Donadoni, Walter Mazzarri, el español Rafael Benítez, Maurizio Sarri, Carlo Ancelotti (hoy en Real Madrid) y Gennaro Gattuso hasta llegar a Spalletti.
Si bien la gloria le resultó esquiva (con Sarri, hoy en Lazio, fue cuatro veces subcampeón de Juventus), Napoli logró clasificarse sistemáticamente para las Copas europeas durante 13 temporadas consecutivas, con siete participaciones en la Champions y seis en la Europa League.
Ahora, con el "scudetto" nuevamente en casa, Napoli vuelve a asegurar su presencia en la próxima Champions luego de quedar eliminado en la actual edición en cuartos de final y a manos de un Milan (la sombra negra del equipo de Spalletti esta temporada) que jugará por el boleto a la definición con Inter.
Logros que no impactaron en la economía del club, pues llegaron acompañados por un recorte de la masa salarial, forzado por las pérdidas derivadas de la pandemia que forzó las salidas también de jugadores símbolo como el capitán Lorenzo Insigne, el goleador histórico belga Dries Mertens, el zaguero senegalés Kalidou Koulibaly o el arquero colombiano David Ospina.
Bajas que muchos consideraban debilitarían al plantel que peleó durante varias temporadas por el título, pero que suplieron a la perfección jugadores como el surcoreano Kim Min-Jae, baluarte de la actual defensa, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, revelación del torneo, el nigeriano Victor Osimhen, goleador del campeonato.
Con ellos y con Spalletti, el nuevo Napoli se convirtió en una máquina invencible que fue a por todo desde el comienzo de la temporada y terminó celebrando cinco fechas antes del final, algo que sólo Juventus, Inter, el Gran Torino y Fiorentina habían logrado antes.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA