"Monza expresa su total cercanía y apoyo con Armando", afirmó el club que logró el ascenso a la Serie A en esta temporada en un comunicado oficial.
"Confiamos en que (Izzo) es totalmente ajeno al ambiente criminal", agrega la nota al indicar que "los abogados del futbolista expresaron su decepción frente a este fallo y esperan por conocer las motivaciones del mismo antes de apelarlo".
Izzo fue juzgado por un hecho ocurrido en el partido entre Modena y Avellino (equipo en el que militaba por entonces) en la temporada 2013-14 de la Serie B del fútbol italiano.
El fiscal Maurizio De Marco había solicitado cuatro años y diez meses de condena para el zaguero napolitano, quien -dijo- había aceptado cobrar una suma de dinero para "alterar el resultado del partido apartándose del correcto y leal desarrollo del mismo".
Según la acusación, Izzo alcanzó un acuerdo en ese sentido el 14 de mayo de 2014, tres días antes del partido que Avellino jugó con Modena.
Izzo fue absuelto, en cambio, de la acusación de haber cometido una maniobra similar en el partido que Avellino jugó con Reggina el 25 de mayo de 2014 por el mismo torneo.
Umberto Accurso, primo del futbolista y jefe del clan de Vanella Grassi de Secondigliano, también fue condenado junto con Salvatore Russo, vinculado al mismo clan, ambos a un año y medio de cárcel.
Accurso, según el fiscal De Marco, usó a Russo como intermediario y luego operó directamente sobre el futbolista Francesco Millesi, a quien le ofreció 30 mil euros entregados por su colega Luca Pigni para sobornar a otros jugadores.
De Marco dijo que Millesi influyó en esos jugadores de Avellino para que se dejasen convertir un gol que le permitió a Accurso apostar 400 mil euros y ganar 60 mil con esa maniobra.
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