"El 'scudetto' lo saboreamos bocado a bocado", resumió hoy Luciano Spalletti, técnico de un Napoli que visitará a Udinese mañana en el cierre de la trigésima tercera fecha en un duelo al que podría llegar consagrado como nuevo campeón del fútbol italiano.
Para que eso suceda, Lazio debe ceder puntos hoy en el Estadio Olímpico de Roma frente a Sassuolo en el cierre de una jornada en la que Juventus le arrebató el segundo puesto tras superar a Lecce.
Spalletti, que celebró dos Copas y una Supercopa de Italia como técnico de la Roma, nunca festejó en un campeonato local, salvo como entrenador del Zenit San Petersburgo en la Premier League rusa, pero lograr una corona en el "Calcio" y con un Napoli que no celebra desde hace 33 años es incomparable.
"Ya ganamos el 'scudetto' de la honestidad", desafió en la víspera el presidente del Napoli, Aurelio De Laurentiis, al aludir a los cuatro subcampeonatos logrados en la última década y destacando que "si no fuimos campeones antes fue porque las irregularidades nos frenaron".
En esas cuatro ocasiones, Napoli terminó detrás de Juventus, en nombre de la cual hoy recogió el guante el entrenador Massimiliano Allegri.
"Felicito a Napoli porque ha ganado merecidamente este campeonato", anticipó el DT de Juventus incluso antes de confirmarse la consagración y para luego agregar: "Le aconsejo a De Laurentiis que disfrute de este 'scudetto' porque es el primero (de su gestión, Ndr). Tampoco yo olvidaré nunca los que logré con Milan y con Juventus (con la que celebró cinco)".
Napoli está a un paso de festejar el primer en la era post-Diego Maradona, de la mano del cual sumó los únicos dos que obtuvo en 1986-87 y en 1989-90, razón de más como para justificar la ansiedad ante la inminente consagración del equipo de Spalletti, postergada el pasado fin de semana cuando todo estaba listo para dar rienda suelta a los festejos.
El gol del senegalés Boulaye Dia (que hoy se despachó con un triplete frente a Fiorentina) a poco del final le dio el empate a Salernitana y le arruinó la celebración a Napoli y a sus aficionados, que colmaron el estadio Maradona y sus adyacencias, y a toda Nápoles, que desde hace días está vestida de fiesta esperando por la confirmación del anhelado título.
"El domingo, al observar como estaba nuestro estadio, comprendí mejor la gesta que estamos llevando adelante. Esto es lo que soñaba cuando llegué a Nápoles: Ver un estadio colmado de fanáticos, banderas y teñido de 'azurro', y una ciudad que vive este momento como lo que es: único", destacó Spalletti, artífice de un Napoli que empujó al nigeriano Victor Osimhen a la cima de la tabla de goleadores y convirtió el georgiano Khvicha Kvaratskhelia en revelación del torneo.
Colmado volverá a lucir mañana un San Paolo rebautizado en homenaje al mejor jugador de la historia y donde se agotaron las 50 mil localidades para presenciar en 10 pantallas gigantes el partido con Udinese en Friuli, hasta donde se prevé llegarán cerca de 12 mil fanáticos del Napoli o incluso más.
"Sabía desde un principio que contaba con un plantel de pura sangre y me genera placer que en tan poco tiempo haya podido demostrar su calidad y su carácter, incluso en los momentos más difíciles", afirmó Spalletti, confesando que "este'scudetto' se construyó en dos años, con estrellas como Lorenzo Insigne, Kalidou Koulibaly o Dries Mertens", agregó apuntando a tres de las figuras que ya no están.
"Ver a los aficionados salir decepcionados del estadio el domingo me mortificó", confesó Spalletti, que espera poder retribuirles la fidelidad porque -dijo- "no hay nada mejor que la sensación de ver a la gente feliz por lo que tú estás haciendo".
Una felicidad que se traduce en murales que se multiplican en las paredes de la ciudad bajo el rostro de Maradona y también de Osimhen y en los turistas también se multiplican para sentirse parte de una fiesta difícil de igualar en una ciudad tan apasionada en la que el fútbol se vive con idéntica pasión.
A pesar de que Napoli podría darse el lujo de perder mañana y en las restantes cinco fechas del campeonato y de todos modos gritar campeón, si Lazio no gana hoy, Spalletti advierte: "Debemos hacer nuestro trabajo y no pensar en lo que hagan los demás", para aclarar que tampoco él está pensando en la renovación de su contrato porque "lo que importa ahora es terminar la tarea que iniciamos para darle a este público el festejo que se merece".
"No vine al club por la plata. Tengo asegurada la comida diaria por el resto de mi vida y si vine al Napoli fue para tratar de lograr algo importante en una ciudad que es realmente estimulante", completó.
Desde la vereda opuesta, Andrea Sottil, entrenador de Udinese, pareció responderle al afirmar en la previa del choque en Friuli: "No me importa si Napoli gana o no gana el 'scudetto' mañana. Nosotros tenemos un objetivo preciso que es terminar lo más arriba que sea posible en la tabla y eso nos lo debemos a nosotros mismos, al club y a nuestros aficionados pensando en el crecimiento a futuro de este plantel".
"Tenemos con qué poner en dificultades a los equipos grandes y ya lo hemos demostrado", agregó Sottil, al coincidir con Spalletti (que supo dirigirlo) cuando afirma "lo que tenga que ver con Napoli no me interesa, salvo que será un rival difícil que por algo está en la cima del campeonato".
"Nuestro plantel es competitivo y cuenta con jugadores que han crecido mucho. Aún no decidí quiénes jugarán desde el inicio mañana, pero soy un técnico que apuesta mucho a la rotación porque me gusta darle la posibilidad de jugar a todos", explicó el técnico de Udinese, que apuesta a "una actuación convincente y sólida" mañana ante un "Napoli agresivo que propone el duelo uno contra uno en todos los sectores de la cancha", advirtió.
El Estadio Dacia Arena también estará dividido en dos en lo que respecta a las parcialidades de ambos equipos, razón por la cual las fuerzas de seguridad están en alerta máxima, dados los antecedentes de violencia y las amenazas proferidas por los ultras de Udinese en las redes sociales advirtiendo que no tolerarán festejos en su ciudad si Napoli conquista el "scudetto".
"Sabemos que se trata de un partido delicado y apelamos a la inteligencia de todos para que si la fiesta ocurre, que transcurra en paz", comentó en diálogo con ANSA Alfredo D'Agostino, magistrado de Udine, al confirmar que las medidas de seguridad fueron reforzadas.
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