Fiorentina empató hoy sin goles de local con Cremonese, al que había derrotado por 2-0 como visitante en el duelo de ida, y se instaló en la final de la Copa Italia por primera vez en nueve años.
El equipo de Florencia, entrenado por Vincenzo Italiano, chocará por el título el 24 de mayo en el Estadio Olímpico de Roma frente a Inter, defensor de la corona que eliminó en la víspera a Juventus al derrotarla por 1-0 en la revancha del duelo que habían igualado 1-1 en Turín.
Más de 31 mil espectadores que colmaron el Estadio Artemio Franchi, incluido el presidente del club de Florencia, Rocco Commisso, celebraron el pasaje a la definición, instancia que Fiorentina había alcanzado por última vez en la temporada 2013-14, cuando cayó frente al Napoli.
Nueve años después volvió a instalarse en la instancia decisiva en una temporada en la que, además, aseguró su presencia en semifinales de la Conference League, en las que enfrentará a Basilea por el pasaje a la definición.
Hoy, en un partido con escasas emociones, el equipo de Italiano supo regular la ventaja lograda en el duelo de ida ante un Cremonese que se despidió del torneo en el que fue la gran revelación.
Los comandados por Davide Ballardini venían de eliminar en cuartos de final a la Roma de José Mourinho, luego de despachar por penales nada menos que al Napoli de Luciano Spalletti, equipo que está a un paso de celebrar el "scudetto" en una Serie A en la que Cremonese marcha penúltimo y lucha por no descender.
Pese a la necesidad de triunfo, los visitantes (que contaron en con el chileno Pablo Galdames, mientras que el mexicano Johan Vásquez permaneció en el banco) apostaron más a defenderse bien que a atacar, rubro en el que se animaron sólo por la vía del contragolpe, aunque sin lograr inquietar al arquero Pietro Terracciano.
No mostró mayor vocación ofensiva el local, que intentó monopolizar el dominio del balón esperando a que se abrieran los espacios para lastimar y con ese planteo llegó por primera vez con riesgo sobre la valla del senegalés Mouhamadou Sarr a los 28'.
Fue tras una jugada iniciada por Gaetano Castrovilli con un lanzamiento de derecha a izquierda que el argentino Nicolás González bajó de pecho, avanzó hasta ingresar al área rival y sirvió un centro para que el brasileño Arthur Cabral intentase sorprender a Sarr conectando el balón de taco, pero permitiendo el cierre providencial del georgiano Luka Lochoshvili sobre la línea de sentencia.
Una aproximación que presagiaba una actitud más agresiva de una Fiorentina que, sin embargo, le bajó el ritmo al partido, no logró sorprender a Cremonese y volvió a llegar al arco en la agonía del primer capítulo tras un centro de González desde la izquierda que Castrovilli cabeceó por sobre el travesaño.
Demasiado poco ofreció ese período, al regreso del cual Ballardini mandó al ruedo a Emanuele Valeri por Paolo Ghiglione, un zaguero para reemplazar a un delantero, toda una definición de cuál era su plan en un partido en el que Cremonese estaba obligado a ganar.
Fiorentina tampoco le puso demasiado entusiasmo y se limitó a regular el ritmo en el mediocampo, mientras el técnico visitante ensayaba otros cambios como para darle algo más de profundidad a su equipo con el ingreso del delantero nigeriano Cyriel Dessers por su compatriota y también atacante David Okerere.
Italiano también movió el banco de suplentes y mandó a la cancha al delantero Riccardo Sottil por el mediocampista francés Jonathan Ikoné al promediar el complemento, mientras que Luca Ranieri reemplazó al lesionado brasileño Igor Julio, quien acusó un golpe en la espalda después de una intervención en defensa.
Fue a los 66' que el local volvió a llevar peligro a la valla de Sarr con un remate de Castrovilli tras una salida defectuosa de la defensa de Cremonese, pero que resultó demasiado centralizado y terminó siendo rechazado por una maraña de piernas de la zaga visitante.
Siete minutos más tarde se produjo la primera situación de riesgo generada por Cremonese tras un tiro de esquina en el que el suizo Charles Pickel anticipó la salida de Terraciano de cabeza, pero le permitió al arquero de Fiorentina recuperarse a tiempo para desviar el balón con esfuerzo.
A los 75', el local volvió a llegar con peligro con un balón recuperado por Cabral, quien habilitó a González para que ensayase un remate desde el borde del área, buscando el ángulo más lejano de Sarr, que se fue apenas ancho.
Idéntico destino para un cabezazo del delantero brasileño a los 84' en la última jugada destacada de un partido que tuvo cinco minutos adicionales en los que las cartas estaban echadas y el destino del partido también.
Festejó el Artemio Franchi el boleto a la undécima definición en una Copa Italia que Fiorentina conquistó en seis ocasiones, la última de ellas en la temporada 2000-01.
De paso, se aseguró también el pasaje a la primera edición de la Supercopa Italiana (se jugará en Riad en enero) que animarán los primeros clasificados de la Serie A y los dos finalistas de la Copa Italia.
"Queremos hacer historia", resumió tras el partido Castrovilli, al felicitar "a los aficionados, que estuvieron extraordinarios, y a Cremonese, que demostró ser un hueso duro de roer".
"Ahora vamos a disfrutar para después prepararnos del mejor modo para la final, que será a único partido por lo que puede pasar cualquier cosa", advirtió.
"Viajé desde Estados Unidos sólo para este partido y me alegra haber logrado el objetivo", afirmó por su parte Commisso, quien pidió enfocarse ahora en el partido del domingo con la colista Sampdoria (en este mismo estadio) y auguró "poder estar en Roma para la gran final".
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