Inter venció por 1-0 de local a Juventus, con la que había empatado 1-1 en el duelo de ida, y atrapó el primer pasaje a la final de la Copa Italia, en la que defiende la corona conquistada justamente ante el mismo rival en la definición de la pasada edición.
El "nerazzurro" de Simone Inzaghi prevaleció en un Giuseppe Meazza colmado por más de 75 mil almas gracias al gol convertido por Federico Dimarco a los 15' de juego.
El mediocampista marcó la única diferencia en el partido arbitrado por Daniele Doveri y que pese a jugarse con dientes apretados, no registró incidentes como los ocurridos en la semifinal disputada en Turín, que terminó con tres expulsados.
Uno de ellos, el belga Romelu Lukaku, pudo estar presente esta tarde-noche en Milán gracias al "indulto" que recibió del presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), quien reconoció que su doble amonestación por festejo desmedido en el agónico gol del empate, fue en respuesta a los insultos racistas que recibió a lo largo de aquel duelo por parte de los fanáticos de Juventus.
Lukaku, quien se anunciaba inicialmente como titular, finalmente fue suplente e ingresó a los 67' por el bosnio Edin Dzeko, quien formó dupla ofensiva con el argentino Lautaro Martínez, reemplazado a los 78' por su compatriota Joaquín Correa.
El también argentino Angel Di María, quien se anunciaba, en cambio, como suplente, jugó desde el inicio el Juventus, formando tridente ofensivo con Federico Chiesa y con el serbio Filip Kostic (cuyo compatriota Dusan Vlahovic no llegó a recuperarse de una lesión).
Inter, que de andar irregular en el campeonato italiano, dejó hoy una buena imagen y parece transformarse cuando juega por Copa Italia o por la Champions League, torneo en el que chocará en semifinales con su clásico rival, Milan.
Un Milan al que recordaron los fanáticos "nerazzurri" al concretarse la clasificación a la final de la Copa Italia cuando entonaron la clásica "el que no salta, milanista" para que retumbe en cada rincón del Meazza.
El equipo de Inzaghi sacó pasaje a la definición del 24 de mayo en el Olímpico de Roma, donde defenderá la corona que intentará calzarse por novena vez en la historia (cifra que lo emparentaría justamente con la Roma) frente al ganador de la llave que definirán mañana en Florencia Fiorentina y Cremonese, que en el partido de ida vio ganar al visitante en esa ocasión.
Juventus, que con 14 títulos es el equipo más laureado de la historia en Copa Italia, se despidió de la posibilidad de recuperar el trono que ocupó hace dos temporadas.
Hoy, el equipo de Massimiliano Allegri jugó por debajo de su nivel y ahora deberá concentrarse en mejorar en el campeonato (donde le acaban de devolver provisoriamente los 15 puntos que le habían quitado a modo de sanción por el caso de las plusvalías) y en avanzar a la final de la Europa League, instancia en la que chocará con Sevilla.
La "Vecchia Signora" no puede festejar porque su situación no está definida a nivel nacional y mucho menos a nivel internacional, como sugieren rumores de una posible exclusión de las Copas europeas por parte de la UEFA.
"Son rumores", se apresuró en aclarar hoy Francesco Calvo, director de fútbol del club turinés al ser consultado al respecto en el Meazza y destacar que "no hay novedades".
Impulsado por su público (que dejó 4,1 millones de euros en caja, cifra récpord en Copa Italia descontando las finales) y por su líder en cancha, Nicoló Barella, Inter salió de arranque a buscar la victoria.
Fue un remate venenoso del volante que buscaba a Lautaro Martínez y que Dzeko no logró desviar a la red a dos pasos del arco defendido hoy por Mattia Perin, la primera llegada de riesgo del local en el partido.
Juventus no parecía oponer resistencia y quedaba demasiado largo como para inquietar con Chiesa y Di María a la zaga de Inter frente a la valla ocupada por el camerunés André Onana.
Y fue de los pies de Barella que nació el gol de Dimarco con un remate que se desvió y descolocó a Perin, inmediatamente después de lo cual Lautaro tuvo la chance de estirar sui ventaja con un derechazo que se fue apenas ancho.
El visitante reaccionó con un cabezazo impreciso de Mattia De Sciglio y con un remate de Kostic bien resuelto por Onana, aunque volvería a ser el argentino Martínez el que inquietaría a Perin poco antes de concluir el primer capítulo, dejando la sensación de que Inter era más en el Clásico de Italia.
Allegri pareció entenderlo así y ensayó algunos cambios no sólo de nombres, sino de sistema en el inicio del complemento, cuando saltó al ruedo el polaco Arkadiusz Milik en reemplazo de Kostic para sumarse a Chiesa y a Di María.
Juventus presionó más adelantada en el campo y empezó a llegar con más asiduamente sobre el arco de Onana, con remates de media distancia del juvenil Fabio Miretti y de Manuel Locatelli, aunque sería Inter el que gritaría su segundo gol, aunque la conquista de Dzeko dería invalidada por posición adelantada.
Inter se cerró bien atrás y apostó al contragolpe, vía por la cual el neerlandés Denzel Dumfries comandó un ataque que buscó en el área a Martínez, quien no llegó a impactar el balón por muy poco.
Perín fue llamado a intervenir luego frente a otro remate del armenio Henrikh Mkhitaryan, titular al igual que el turco Hakan Calhanoglu, quien fue reemplazado a poco del final por una dolencia muscular.
Allegri también decidió darle algunos minutos al retornado francés Paul Pogba, que saltó a la cancha a los 78' en reemplazo de Miretti, cuando ya habían ingresado también el brasileño danilo (a los 67' por Leonardo Bonucci) y el argentino Leandro Paredes (a los 62' por Locatelli).
Poco aportó Pogba a una Juventus que prácticamente no volvió a inquietar a Onana, salvo por una salida a tiempo ante una arremetida de Chiesa, mientras Inter sostenía una ventaja que sería definitiva y que se festejó largamente en el Meazza, feliz como en los viejos buenos tiempos.
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