(ANSA) - PISA, 24 FEB - Los amaños de partidos son hoy moneda
corriente no sólo en el fútbol, pero cuando los involucrados son
jugadores menores de 15 años, la situación representa un llamado
de atención para todos.
Al menos así parece haber ocurrido con cuatro futbolistas de esa
edad que fueron suspendidos entre uno y cuatro años por la Corte
Federal de Apelaciones de la justicia deportiva de Toscana, en
relación con un partido sospechado de un torneo juvenil de esa
región central de Italia.
Un partido que se animaron el 15 de mayo los equipos de
Montignoso y Zambra, representante este último de la provincia
de Pisa que fue sancionado con la quita de cuatro puntos,
mientras que a su rival le aplicaron una multa de mil euros.
El por entonces entrenador de Zambra, Federico Viviano, fue
suspendido por cuatro años, así como sus dirigidos Christian
Zaccagnini, Simone Bertolini y Gabriele Ribechini.
Un año de suspensión, en cambio, recibió Alessandro Vitaggio,
jugador de Montignoso, quien al igual que sus colegas había sido
absuelto inicialmente por un Tribunal federal territoral de
Toscana, razón por la cual los sancionados se mostraron
sorprendidos por este nuevo fallo.
El proceso se inició tras la presentación ante la Justicia
Federal realizada por el club Floria Grassina Belmonte al
señalar una serie de anomalías en aquel partido que llevaron a
la victoria de Montignoso y que derivaron en la pérdida de la
categoría para el denunciante.
"Estamos conmovidos dado que habíamos sido absueltos en primera
instancia", comentó Cristiano Cavallini, director general del
Zambra que prometió "defender hasta la última instancia a
nuestros muchachos porque son inocentes".
"No entendemos por que la Fiscalía Federal nos sigue acusando a
pesar del fallo absolutorio basándose sólo en la acusación de
otro club que se dice perjudicado por la conducta de nuestros
jugadores en un partido que fue absolutamente normal", agregó.
"Esperaremos los argumentos de esta sentencia para presentar un
recurso ante el Comité Olímpico Italiano (CONI) porque estamos
convencidos de nuestra inocencia y de la de nuestros
futbolistas, que no hacen más que llorar y están destrozados",
completó.
La sospecha de un amaño radica -recordó Cavallini- "en un penal
cometido por un jugador nuestro que incluso el árbitro, cuando
fue interrogado en el marco de la investigación, consideró
normal sin señalar ninguna conducta anómala".
"Hicimos todo para empatar el partido, pero nos tocó perder y no
hubo ningún arreglo, como pretenden endosarnos", finalizó.
(ANSA).
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