Martina Scavelli anunció desde redes sociales su renuncia como jueza de la segunda división del voley italiano luego de haber sido discriminada por tener sobrepeso.
"No soporto más. ¡Que me midan y pesen como vacas!", escribió Scavelli desde su cuenta de Facebook, donde mencionó a Paola Egonu, quien manifestó su deseo de retornar a la selección italiana tras haber sufrido insultos racistas.
"¡Tú eres negra, yo estoy gorda!", escribió la jueza, que reside en Catanzaro, a Egonu, quien durante una rueda de prensa del pasado jueves 9 que ofreció en el festival de San Remo expresó su deseo de retornar a la "azzurra".
Egonu había expresado en octubre pasado su desea de dejar la selección italiana de vóleibol tras sufrir un insulto racista después del tercer puesto que la "azzurra" obtuvo en el Mundial femenino disputado en Países Bajos y Polonia.
La jugadora de 24 años, hija de padres nigerianos, había comunicado su decisión a su apoderado, Marco Reguzzoni, pero días después volvió sobre sus pasos y aclaró que sólo se tomaría un descanso de la selección italiana.
"El deporte debe unir, en lugar de marginar. Y ya no quiero que me acorralen por unos centímetros o unos kilos de más. Superé los valores esperados de IMC y perímetro abdominal y no surgió nada excesivo", publicó Scavelli.
"Recibí una sanción de 3 puntos en el área de directivos de sector y exención de empleo hasta alcanzar los valores esperados. La sanción me llevará, al final de la temporada, a pasar de la Serie B al campeonato regional, dando un gran paso hacia atrás", lamentó la jueza.
"Parámetros fuera de lo normal, por supuesto, pero sólo un poco.
Un poco que no afecta la calidad de mi servicio. Como si tres dedos extra en mi cintura pudieran poner en peligro un partido de vóleibol que, entre otras cosas, no prevé que el árbitro corra por el campo como ocurre en el fútbol", recordó.
"Las reglas son las reglas, las he aceptado y las respeto, pero eso no quiere decir que sean sagradas e inmutables. He trabajado al servicio de la federación desde 2007, con gran sentido de responsabilidad, devoción y disciplina", enfatizó Scavelli.
"Siempre he estado al tanto de las normas relativas a la actividad de árbitro y he mantenido un comportamiento escrupulosamente observador de las normas, también en lo que respecta a los parámetros antropométricos", destacó.
"Siempre me he autoinformado en el momento en que me di cuenta de que excedí los parámetros impuestos. Siempre me he suspendido. A día de hoy, sin embargo, no estoy dispuesto a aceptar que una carrera basada en el sacrificio y el máximo respeto pueda ser 'pisoteada' por tales imposiciones que no incluyen umbrales de tolerancia", aclaró.
"En consecuencia, decidí decir basta, por mí y por todos los gordos. Basta de reglas que no siempre se cumplen 'erga omnes'.
Basta de los que se basan en números y entierran sus emociones", completó Scavelli.
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