Males que aún perduran

Abodi y Gravina coinciden en necesidad de adoptar medidas más duras (foto: ANSA)
Abodi y Gravina coinciden en necesidad de adoptar medidas más duras (foto: ANSA)

    (ANSA) - ROMA, 14 FEB - "Hoy soy (Mamady) Cissé, hoy todo el fútbol es Cissé", afirmó Gabriele Gravina, presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), al condenar un nuevo episodio de racismo en un "Calcio" azotado también por la violencia.
    Gravina se refirió a los dos flagelos que siguen afectando al fútbol italiano durante la presentación de un informe de la Asociación Italiana de Fútbolistas (AIC) titulado "Futbolistas en la mira".
    En lo que refiere al último caso de racismo, el dirigente se solidarizó con el árbitro Cissé, de 35 años y oriundo de Guinea, quien dio por finalizado un partido entre Bessica y Fossalunga, por la segunda categoría del fútbol amateur, tras recibir un insulto desde las gradas.
    El juez cortó por lo sano y suspendió el duelo que ambos equipos animaban en Loria, Treviso, cuando se disputaban 87' con el marcador igualado en un gol, al ser insultado luego del tanto del empate que llegó con un penal que él sancionó en favor del equipo visitante.
    Cissé, reconocido por su compromiso social hacia los niños de Guinea, se retiró del campo de juego y del recinto sin conversar con el observador arbitral y, según los dirigentes de ambos clubes, sin avisarle de su imprevista decisión a los capitanes.
    "Debemos decir basta a las agresiones a los árbitros", afirmó hoy Gravina, al destacar que "no puede ser que por un penal se insulte al juez de un partido y este tenga que ser interrumpido.
    Debemos combatir esta cultura y erradicarla de nuestro sistema", completó.
    El presidente de la FIGC destacó que "más allá de los casos de violencia física, que se redujeron notablemente, existe la violencia verbal, que se expresa mediante una suerte de tribunal público en las redes sociales".
    "Este tema es algo que nos llena de preocupación y que demanda una drástica intervención, de una acción sistémica para contrastar formas de violencia vinculadas a los violentos del teclado", agregó.
    Gravina explicó que "las normativas que hemos adoptados son, de por sí, particularmente efectivas para combatir al racismo y la discriminación, pero necesitamos de una mayor colaboración entre todos los protagonistas del fútbol y del deporte y también tenemos que endurecer las sanciones, no sólo nosotros, sino la justicia".
    "Los que son identificados por la policía luego de cometer un hecho de violencia no pueden pagar sólo con la imposibilidad de concurrir a las canchas por un determinado período de tiempo.
    Hay que castigar de forma más rigurosa a estos delincuentes", completó.
    Según el informe presentado en Roma por la AIC, en la temporada 2021-22 se registraron 121 casos de violencia, insultos, ofensas o amenazas hacia los futbolistas, el 68 por ciento de los cuales correspondieron a jugadores de primera división, en tanto que en los torneos amateur las víctimas de racismo suelen ser por lo general los jugadores extranjeros.
    Los casos de racismo, xenofobia, discriminación y violencia recrudecieron, destaca el informe, tras levantarse las restricciones impuestas en los tiempos de pandemia que impedían o limitaban el acceso del público a los estadios.
    Al aludir a los resultados del estudio, el ministro de Deportes, Andrea Abodi, aseguró: "No se trata de una estadística fría, sino de un grito de alerta".
    "Es difícil comprender cómo puede ser que ciertas banderas ingresen a los estadios", afirmó Abodi al reconocer que "los clubes deben empezar a cortar esa relación equívoca con algunos de sus aficionados".
    "Por cada violento que deja el estadio, ingresan tres personas normales, las familias", destacó el ministro al reclamar "soluciones y elecciones coherentes porque si renovamos todo el tiempo nuestro compromiso significa que con eso no alcanza".
    Según Abodi, "las actuales medidas para combatir a los violentos no son suficientes", aunque reconoció que "los actos delictivos ocurren también fuera de los estadios y no podemos pretender que el fútbol no sea reflejo de aquello que lo rodea".
    Sin embargo, el ministro destacó que "el peor ejemplo parte muchas veces desde el propio fútbol profesional. Hay dirigentes que se sienten dueños y eso deriva también en comportamientos equivocados".
    "Debemos encontrar la manera para que el deporte sea portador de mensajes y ejemplos de educación", explicó Abodi al afirmar: "Estamos cosechando lo que sembramos", aludiendo a la connivencia de algunos dirigentes con los fanáticos más radicalizados y a la resistencia de otro a la introducción de la ayuda de la tecnología (reconocimiento facial) para marginar a los violentos.
    En lo que refiere al racismo en el fútbol, el informe presentado por la AIC permite establecer que aquellos jugadores de raza negra son los más afectados (39 por ciento), seguidos por los oriundos de los Balcanes (11 por ciento) y los latinoamericanos (8 por ciento). (ANSA).