Medio millar de fanáticos de Sampdoria protestaron hoy frente a la sede de una de las empresas de la familia Garrone-Mondini, ex propietaria del club genovés, por la delicada situación del equipo entrenado por el serbio Dejan Stankovic, penúltimo en el campeonato.
A pesar del malestar que les genera ver al club de sus amores con apenas nueve puntos, sólo uno por delante del colista Cremonese y a nueve de distancia de Spezia, que está por encima de los tres que hoy por hoy descenderían, la protesta se realizó sin incidentes.
Sí hubo amenazas hacia Edoardo Garrone, considerado como el responsable de la crisis deportiva y financiera del club al haberle cedido la propiedad en 2014 a Massimo Ferrero, quien renunció a la presidencia tras haber sido arrestado por sus actividades privadas.
Sampdoria está en riesgo cierto de caer en bancarrota luego de que el fondo de inversiones estadounidense Merlyn Advisors retiró una oferta de compra, situación por la cual los aficionados apuntaron contra Garrone y contra Ferrero.
Una de las banderas que desplegaron durante la manifestación rezaba "Garrone-Mondini son los principales responsables", ante la atenta mirada de las fuerzas policiales, presentes para impedir que la rabia derivase en desmanes.
"Tú lo trajiste (a Ferrero, Ndr) y tú lo quitaste", pregonaban otros al apuntar contra un Garrone que tiempo atrás prometía intervenir en caso de que el club estuviera en dificultades.
Luego de la sexta asamblea de accionistas frustrada por la ausencia de los representantes de la familia Ferrero (que ostentan la mayoría del paquete accionario), la posibilidad de una recapitalización o de un salvataje financiero del club volvió a quedar trunca.
Por eso, el fantasma de la quiebra sobrevuela en Sampdoria y, en caso de ocurrir, obligaría al equipo a emprender el regreso desde la última categoría pues acumula deudas por 150 millones de euros y corre el riesgo de no poder pagar los salarios del plantel este mes, lo que derivaría en eventuales sanciones deportivas.
Sería lo único que le falta a una Sampdoria que ganó apenas dos partidos en 20 fechas disputadas que amenazan con condenarla al descenso en esta temporada, pese a lo cual los aficionados le reiteraron su apoyo al plantel entrenado por Stankovic.
Los insultos fueron destinados a Ferrero, a Antonio Romei, integrante del Consejo de Administración, y fundamentalmente a Garrone, a quien le "aconsejaron" "cuidarse las espaldas" por no haber cumplido con su promesa de acudir al rescate de Sampdoria en caso de ser necesario.
"Nosotros saldremos de esta situación con la cabeza en alto, pero esta gente no tendrá paz en su vida. Quiten sus manos de Sampdoria", reiteraron.
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