(ANSA) - MILAN, 29 DIC - Emanuela Maccarani, entrenadora de la Academia internacional de gimnasia rítmica de Desio, y su asistente Olga Tishina son investigadas por la fiscalía de Monza tras las denuncias de abusos presentadas por las ex atletas Nina Corradini y Anna Basta.
Maccarani fue suspendida por la Federación Italiana de Gimnasia (FGI), cuya fiscalía también inició una investigación tras las denuncias de Corradini y Basta, ex integrantes del equipo italiano de gimnasia rítmica a quienes se sumó su colega Giulia Galtarossa.
La entrenadora de 56 años, según reveló la prensa italiana, envió un mensaje a sus colegas a través de la plataforma Whatsapp para revalidar su inocencia ante las denuncias presentadas en octubre pasado.
Dos ex gimnastas de la academia de Desio prestaron declaración el pasado 14 de noviembre ante la fiscalía de Monza para aportar información y confirmar que había sufrido vejaciones durante su permanencia en la escuela de gimnasia.
Los medios locales refirieron que las ex gimnastas detallaron el contexto en el que sufrieron los abusos, en particular las humillaciones recibidas por su aspecto físico y un control exagerado del peso, la duración y reiteración de los abusos y quienes los cometían.
También hablaron de un sistema de rígidas reglas ligadas a la actividad deportiva, de relieve nacional e internacional, tras lo cual la fiscalía de Monza escribió en el registro de los investigados a dos entrenadores con la acusación de maltrato como responsables de la academia y de la gestión técnica de las atletas.
El fiscal de Monza, Claudio Gittardi, indicó sobre el registro del comportamiento vejatorio y de abusos psicológicos de las dos entrenadoras respecto de algunas jóvenes atletas, todas menores de edad al momento de los hechos.
Gittardi añadió que la investigación iniciada por el testimonio de las gimnastas buscará determinar si existieron imposiciones y prohibiciones al consumo de algunos alimentos y bebidas, a numerosos controles del peso corporal y a presuntas humillaciones hacia las atletas por comportamientos considerados inadecuados.
Pero la asociación "Change The Game" de Milán, que aporta apoyo y respaldo a las gimnastas, advirtió que no se registró "ninguna medida de suspensión cautelar de parte de la justicia deportiva" hacia las entrenadoras investigadas.
A través de una nota, la asociación declaró "confiar en la justicia para que se conozcan los abusos y los actos de violencia perpetrados sobre jóvenes atletas", al tiempo que expresó "preocupación por la ausencia de medidas de suspensión" hacia las investigadas.
Esto, resalta Change The Game, "sería una señal importante de parte de la FGI" y para "todas las atletas, las ex atletas, las madres y los padres que valientemente decidieron prestar testimonio y denunciar".
Por último, la asociación subraya cómo el problema no es "sólo los instructores y las institutrices, sino un sistema amplio y vasto que, en cada parte de Italia, hizo posible la normalización de la violencia".
"Estoy muy tranquila", había asegurado Maccarani, DT de la selección italiana de gimnasia rítmica, tras declarar en noviembre ante el fiscal de la FGI, Michele Rossetti, en el marco de la investigación tras las denuncias por abuso psicológico de las ex atletas Nina Corradini y Anna Basta.
La prensa italiana había advertido entonces que en caso de confirmarse las denuncias de Corradini, Basta y Galtarossa, la FGI contemplaba diversos castigos, entre ellos una sanción de hasta dos años e incluso la expulsión de por vida.
El fiscal de la FGI había concurrido a la Academia de Desio, intervenida con Valter Peroni por orden de la entidad tras las denuncias, junto a la psicóloga Marcella Bounous para tomar declaración a las gimnastas tras las denuncias por presuntas vejaciones y humillaciones.
Paralelamente, el presidente de la FGI, Gherardo Tecchi, también declaró ante la fiscalía de Brescia con el secretario general de la entidad, Roberto Pellentani, y la propia Maccarani.
El fiscal Alessio Bernardi y su adjunto Francesco Prete tomaron declaración a Tecchi, Pellentani y Maccarani como personas informadas en el ámbito de la investigación sobre presuntos maltratos físicos y psicológicos a jóvenes atletas que se entrenaban en un gimnasio de Calcinato, en la provincia de Brescia, e improvistamente abandonaron sus carreras (ANSA).