La red de regiones vinculadas con la ruta de la Italia románica se amplía: se trata de un auténtico viaje por etapas a través de la historia del arte, que remonta la Península en busca de un estilo que consiga desarrollarse de forma autónoma, pero que recepciones en todas partes influencias de los territorios.
En esa línea nació, el año pasado, Italia Románica, una red dedicada al arte y a la arquitectura de la Edad Media italiana, que se extiende por más de un centenar de lugares entre catedrales, abadías, monasterios, iglesias rurales de Cerdeña, Sicilia y Lombardía, y desde este año también en Piamonte.
A partir de este 21 de septiembre, y hasta el 13 de octubre, durante cuatro fines de semana, más de 130 sitios en las cuatro regiones abrirán sus puertas: Cerdeña, donde la red ya está arraigada, reina con alrededor de setenta ubicaciones; en Lombardía se abrirán una veintena de sitios, Sicilia suma una decena y Piamonte, 26.
El promotor es la Fundación Cerdeña Isola del Románico, ya ha asumido el desafío la Fundación Lombardía Lemine, que cada año promueve Antico Lemine, la fiesta de Medio Oriente de Bérgamo; y la Fundación Le Vie dei Tesori, que incluyó sitios contemporáneos, de influencia árabe-normanda, en su festival que dura dos meses en toda la isla.
Este año también se sumó la asociación piamontesa Turismo In Collina, trayendo consigo el circuito Romanesque Hill Network, apoyado por 24 municipios.
La lista es muy larga y se puede consultar en www.italiaromanica.it: en Cerdeña (entre muchas otras) la Basílica de Santa Giusta en Santa Giusta, la iglesia de Nostra Signora di Castro en Oschiri, Santa Maria di Cepola en Quartu Sant ' Elena, la iglesia de la Madonna del Pilar en Villamassargia y el conjunto monumental de Santa Maria di Monserrato en Tratalias, cerca de Carbonia.
En Sicilia, donde el estilo románico está influenciado estilísticamente por influencias bizantinas y árabes normandas, se puede visitar la misteriosa Casa de la Moneda del Palacio Real en Palermo, la Torre Federico en Enna, SS. Annunziata dei Catalani, las abadías de Santa Maria di Mili y Santi Pietro e Paolo en la pequeña Itala, en la zona de Messina; el normando San Nicolò Regale y la Abadía Real de Santa Maria dell'Alto en Mazara del Vallo; la Abadía de Santo Spirito en Caltanissetta y, en Alcamo, la romántica Cuba de las Rosas.
En la zona de Bérgamo abrieron, entre otras, la Basílica de Santa Giulia en Bonate Sotto; el espléndido San Tomé, la Madonna del Castello y San Giorgio en Lemine en Almenno San Salvatore, luego la iglesia de los santos Cosma y Damián en Rezzago y San Michele en Tavernola Bergamasca.
Finalmente en Piamonte, de nuevo entre muchas, se abre la rectoría de Santa María de Vezzolano, Sant'Eusebio en Castelnuovo Don Bosco; los pequeños San Lorenzo a Mombello en Turín y San Giorgio al Cimitero en Andezeno, la Abadía de Santa Fede no lejos de Brusasco y San Pietro en el centro del pueblo; la iglesia de San Pietro en el cementerio de Albugnano.
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