(ANSA) ROMA - Las pinceladas arremolinadas que mueven el cielo de "La noche estrellada" de Vincent van Gogh corresponden a dinámicas turbulentas reales de la atmósfera descritas por leyes precisas de la física.
Así lo demuestra el estudio publicado en la revista Physics of Fluids por un grupo de expertos en dinámica de fluidos de Francia y China.
La "Noche estrellada", un óleo sobre tela pintado por el artista holandés en 1889, representa un pequeño pueblo dominado por un cielo azul arremolinado iluminado por la luna y las estrellas, que parecen envueltas en ondas amarillas similares a los reflejos de la luz en el agua. . Con sus expertas pinceladas, Van Gogh logró crear una ilusión de movimiento tan convincente que llevó a un grupo de investigadores a comprobar si de alguna manera reflejaba la física real de la atmósfera.
Al examinar una imagen digital de alta resolución de la obra, los estudiosos midieron con precisión las pinceladas en 14 vórtices del cielo pintado, considerándolas como hojas bailando en el viento para reconstruir la dinámica de la atmósfera que de otro modo sería invisible. También analizaron el brillo relativo de los colores en cada pincelada, considerándolo como un indicador de la energía cinética de la atmósfera.
De esta manera demostraron que la obra de Van Gogh refleja la ley de Kolmogorov y la escala de Batchelor, que en física "describen cómo se produce la transferencia de energía cinética de flujos turbulentos de gran escala a pequeña escala", afirma a la ANSA el físico atmosférico Lorenzo Giovannini de la Universidad de Trento.
"Un resultado verdaderamente curioso, que demuestra que Van Gogh había intuido un fenómeno natural, el de la turbulencia, que hoy en día sigue siendo particularmente complejo de describir en los modelos meteorológicos", dice el experto.
El estudio "revela una comprensión profunda e intuitiva de los fenómenos naturales", confirma el coordinador del estudio, Yongxiang Huang.
"La descripción precisa de la turbulencia que hace Van Gogh puede provenir del estudio del movimiento de las nubes y la atmósfera o de un sentido innato de cómo capturar el dinamismo del cielo", dijo.
La atención con la que Van Gogh observaba la naturaleza y la reproducía en sus pinturas surgió en 2007 también gracias a otro estudio científico italiano, realizado hace unos años por el astrofísico Gianluca Masi, responsable del proyecto del Telescopio Virtual, y por Antonella Basso.
Los dos estudiosos examinaron la posición de las estrellas en la obra 'L" noche estrellada sobre el Ródano" y consiguieron localizar el cielo bajo el cual el pintor la pintó: fue en Arlés el 28 de septiembre de 1888.
"Los cálculos y las simulaciones nos permitieron concluir que en el cielo de la pequeña ciudad francesa, la Osa Mayor ocupaba la misma posición en el cielo que en el cuadro, lo que demuestra que Van Gogh pintó la obra en vivo, en el lapso de media hora", precisó Masi.
Sin embargo, el pintor añadiría más tarde su toque muy personal: de hecho, la Osa Mayor aparece en el cuadro en dirección suroeste y no hacia el norte. Esto sugiere que Van Gogh giró el caballete y colocó las siete famosas estrellas extraídas de la vida real sobre las aguas del Ródano, confirmando su visión del arte como herramienta para apropiarse de la realidad y remodelarla. (ANSA)
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