Una de cada cinco familias italianas (21%) se pone en estos días de septiembre a la cocina con ollas y tarros para preparar mermeladas, purés y encurtidos en vista del otoño y garantizar una alimentación natural más genuina, 100% hecha en Italia, reduciendo los residuos.
El análisis proviene de Coldiretti (Confederación Nacional de Cultivadores Directos) con motivo de la jornada promovida en los mercados de agricultores de Campagna Amica en toda Italia a partir del Circo Máximo en Roma, con los cocineros campesinos dedicados a demostraciones prácticas sobre cómo realizar dentro de las paredes domésticas la "conserva perfecta".
El puré de tomate es el producto más popular entre los adictos al bricolaje, seguido del aceite y el encurtido y la clásica mermelada.
Pero la sorpresa es que la preparación de las conservas encuentra a los partidarios más asiduos en el grupo de edad entre los 18 y los 34 años, como testimonio -según Coldiretti- de una tendencia entre los jóvenes a recuperar las recetas tradicionales y a una mayor atención a la sostenibilidad y a la autenticidad de lo que se lleva a la mesa. Una necesidad impulsada también por los efectos del cambio climático que corren el riesgo de afectar fuertemente a la disponibilidad de algunos productos.
Cada tipo de conserva tiene sus propias reglas precisas de preparación.
La actividad de los procesadores "hágalo usted mismo", sin embargo -precisa Coldiretti-, implica el cumplimiento de reglas precisas, ya que la seguridad de los alimentos conservados parte de la calidad y la sanidad de los utilizados, pero no puede prescindir de las normas precisas de procesamiento que se aplican al sector agroindustrial, pero también a los consumidores domésticos, especialmente en la fase de esterilización.
Para todos los productos, la primera regla es elegir fruta de calidad, preferiblemente 100% italiana y directamente de los agricultores, ya que es la más segura y garantiza el cumplimiento de normas precisas sobre la protección del medio ambiente y la calidad.
Una forma también de garantizar la certeza del origen -recuerda Coldiretti- ya que la obligación de indicar la procedencia en la etiqueta está en el puré de tomate, pero todavía falta para las mermeladas y conservas vegetales.
De ahí la movilización de Coldiretti para una propuesta de ley europea de iniciativa popular sobre la transparencia con la introducción del etiquetado obligatorio del origen en todos los productos alimenticios comercializados en la UE.
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