Un tributo al autor de "El almuerzo desnudo", donde se habla de 'cosas', de la 'adicción' imperecedera, de la búsqueda de nuevas sustancias que permitan crecer, tal vez encontrarse con Dios.
Así, en la película vemos a un gigantesco Daniel Craig - que con gran valentía pasa del papel de macho 007 a escenas homosexuales explícitas - interpretando a William Lee (alias Burroughs), un estadounidense que en 1950 se expatrió a una Ciudad de México inesperadamente pequeña y humana, con solo un millón de habitantes y verdaderamente libre, donde todo está permitido: bares gay, corridas de toros, peleas de gallos, policías que no cuentan.
Lee es un escritor que anda armado con una pistola y pasa sus días casi siempre en los bares gay de la pequeña comunidad americana, bebiendo y acostándose con quien sea, pero el encuentro con Eugene Allerton (Drew Starkey), un joven estudiante recién llegado a la ciudad, lentamente lo hace enamorarse de verdad.
En la primera parte, "Queer" es casi cine-teatro, todo transcurre principalmente en los bares de la Ciudad de México, reconstruida perfectamente en Cinecittà.
En la segunda parte, en gran parte inventada, todo se vuelve más psicodélico, Lee y su amado Allerton emprenden un viaje a la selva en busca de una planta milagrosa, el yagé (una liana de los espíritus o de los muertos), una raíz alucinógena con la cual hacen un viaje perturbador.
Escribe el mismo Burroughs en el prefacio de "Queer": "Con el yagé tuve la primera clara indicación de que en mi ser había algo que no era yo y que no controlaba. Recuerdo un sueño de ese periodo: trabajaba como exterminador en Chicago, hacia finales de los años 30, y vivía en la parte más cercana al centro del North Side. En el sueño floto hasta el techo preso de un sentido de muerte y desesperación total, y mirando hacia abajo veo mi cuerpo salir de la habitación con intenciones homicidas".
En cuanto a la música, va desde la electrónica hasta el rock, pasando por el pop y el indie, para acompañar esta película que se desarrolla en los años 50, pero que en realidad está fuera del tiempo. La frase de culto que Lee repite a menudo: 'No soy queer, sino desencantado'.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA