Pietro da Cortona pintó al fresco la bóveda con el Milagro de la Virgen, la cúpula con el Triunfo de la Trinidad y el ábside con la Asunción y los Santos y el altar mayor fue embellecido con el retablo con Angeles en veneración de la Virgen de Rubens, también el Autor de los dos lienzos laterales.
Todas estas obras serán restauradas, pero el primer "milagro" ya se ha realizado: la inmensa cúpula de 300 metros cuadrados de Pietro da Cortona ha sido completamente resucitada gracias al trabajo de la Superintendencia Especial de Roma, dirigida por Daniela Porro, con el Financiamiento del Fondo para edificios de culto.
Un trabajo de conservación que, sin embargo, supuso también la corrección de las intervenciones realizadas en 1893, cuando se llevó a cabo la última restauración de toda la cúpula. La intervención, que se realizó de urgencia después de que un pequeño fragmento del fresco se cayera durante una función religiosa, implicó la instalación de un gigantesco andamio de 42 metros de altura.
A partir del 7 de enero se comenzará a bajar de nivel para continuar con las comprobaciones y seguimientos para la restauración del resto de frescos de la nave central, las naves laterales y el ábside. Restauraciones que afectarán también a la Virgen pintada al óleo, sobre tabla de pizarra, segundo encargo realizado por Rubens durante su estancia en Roma.
El trabajo realizado sobre los frescos, supervisado por el equipo de especialistas coordinado por la arquitecta Alessandra Fassio, fue ilustrado hoy a los ministros del Interior y de Cultura, Matteo Piantedosi y Gennaro Sangiuliano.
"La FEC en el ministerio es algo que reivindicamos con mucha fuerza, es un aspecto histórico que concierne a la protección de la libertad de culto y de las libertades civiles", afirmó el titular del ministerio del Interior y también de Cultura, recordando cómo las iglesias italianas, "al igual que nuestros museos, constituyen uno de los puntos cardinales de la geografía identitaria de la nación" también porque "son lugares únicos en el mundo. La belleza de nuestras iglesias no tiene igual".
Los frescos, que también fueron resguardados con obras en la parte exterior de la cúpula y la instalación de sensores hidrológicos en el lugar, serán realzados por un sistema de iluminación escenográfica.
Y "contado" también con vídeos que se pondrán a disposición de los visitantes, que podrán así admirar de cerca los detalles del cuadro que destaca como un "empíreo" visto desde la nave, pero cuyos detalles se aprecian aún más en la visión más cercana.
Además de las intervenciones de los restauradores que "curaron" las largas heridas de los frescos agrietados, limpiaron los colores de los depósitos de polvo, humos y ceras que se habían elevado hasta la altísima cúpula.
Obras que testimonian "de manera ejemplar la acción encaminada a preservar una historia que es de todos y que sigue despertando asombro", subrayó la superintendente especial, Daniela Porro, elogiando el "memorable" trabajo realizado en los últimos años "junto al Fondo para los edificios de culto y con la Congregación Oratoriana".
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