Dos de cada tres jóvenes, de entre dieciséis y veinticinco años, utilizan copias de plataformas pirateadas para ver películas y series de televisión en Italia, según uno de los elementos centrales del estudio de Ipsos elaborado por encargo de Univideo, la asociación de editores audiovisuales, titulado: "Los jóvenes y el sector audiovisual, una relación ecléctica y sin precedentes".
El análisis, presentado hoy en la Casa del Cine, examinó este segmento de la población italiana donde, sin embargo, se descubre un fuerte interés por los contenidos culturales y de entretenimiento.
Sin embargo, la piratería sigue siendo una espina clavada en el entretenimiento doméstico: en el ecosistema ilícito se destaca el streaming de vídeo, tanto a través de IPTV (sistemas de suscripción) pirateado como a través de sitios web que permiten la conexión a ciber-lockers. A esto le sigue la descarga de copias no oficiales y la compra de DVD/Blu-rays/4K Ultra HD no originales.
Familiares y amigos (63%), redes sociales (42%) y apps de mensajería (22%) son las fuentes de información e influencia preferidas por quienes llevan a cabo actos de piratería. En general, entre los jóvenes prevalece una valoración acrítica del fenómeno ilegal: quienes piratean, a pesar de ser conscientes de lo que hacen, no parecen serlo igualmente del daño económico y social.
Por lo tanto, el contenido es lo más importante para los usuarios más jóvenes: películas y series de televisión, seleccionadas principalmente por género, encabezan las preferencias y se disfrutan principalmente a través de SmartTV, PC y Smartphone. El 95% de los jóvenes declara no tener problemas para acceder a contenidos audiovisuales de pago pero el 73% (7 de cada 10 jóvenes) accede a ellos mediante credenciales de amigos, familiares o compañeros.
La televisión generalista, según el estudio, no fascina al mundo de los jóvenes, sin embargo la opinión sobre la oferta de televisión de pago para ellos es en general positiva, lo que también repercute positivamente en la oferta de cines, que a menudo no son muy frecuentado por problemas más graves, de carácter logístico y no por desafección real. Es interesante observar cómo el usuario suele asociar el uso de contenidos con alguna otra actividad, como comunicarse o comentar a través de redes sociales o servicios de mensajería.
Este comportamiento afecta tanto a los piratas como a quienes eligen plataformas legales. El consumo audiovisual de las nuevas generaciones ha desplazado así su centro de gravedad hacia una modalidad cada vez más "solo" y móvil. Así que podemos hablar de una actitud inédita y ecléctica, nada fácilmente predecible.
Para frenar el fenómeno de la piratería entre los jóvenes, el 51% de los "no piratas" afirmaron que debería haber una mayor disponibilidad de contenidos legales a precios asequibles.
Respecto a la vuelta a las salas de cine, los jóvenes tienen las ideas claras: sería útil que los menores de 26 años rebajaran el coste de las entradas. "Esta encuesta dirigida a los jóvenes pone de relieve -afirma Pierluigi Bernasconi, presidente de Univideo- un fuerte interés por el entretenimiento en casa.
El verdadero problema es el acceso a contenidos de forma ilícita, si dos de cada tres jóvenes ven películas y series de televisión en streaming o IPTV pirateada, se crea un escenario verdaderamente insostenible para la industria audiovisual.
Por otro lado, hay que señalar también la dificultad de los jóvenes para llegar a las salas de cine, debido a su distribución en todo el territorio y, por último, al costo de acceso, considerado alto". "Lo sorprendente de esta investigación -afirma Nando Pagnoncelli, presidente de Ipsos- es la subestimación del fenómeno de la piratería por parte de los jóvenes. Por lo tanto, es fundamental intervenir rápidamente con una campaña de sensibilización decisiva que cubra los múltiples canales de comunicación utilizados por los jóvenes. y sobre todo vehículos de mensajes claros y relevantes para ellos".
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