El escritor italiano Davide Longo, que publica en español la segunda entrega de la serie "Los crímenes de Piamonte", considera su novela negra "crepuscular" frente a la "solar" de Andrea Camilleri, con quien ha sido comparado, dijo en entrevista a ANSA.
Longo (Turín, 1971) está además empezando a trabajar en el guion de una serie de televisión basada en "Los crímenes de Piamonte" que "quizás vea la luz", dependiendo de la financiación económica, adelató.
Acaba de terminar de escribir la quinta entrega en italiano de la serie, "Requiem di provincia", que será publicada en noviembre, mientras que en español llega ahora a las librerías la segunda, "Las bestias jóvenes" (Destino), después del primer caso de la serie, "El caso Bramard".
Ambientada en los "años de plomo", "Las bestias jóvenes" arranca con el hallazgo en Turín de los restos de una docena de cadáveres asesinados de un golpe en la nuca y arrojados a una fosa común.
El comisario Vincenzo Arcadipane es el primero en llegar al lugar de los hechos, pero un equipo de policía milanés especializado en crímenes de la Segunda Guerra Mundial, le arrebata el caso.
Arcadipane se reunirá con su mentor, el inspector Corso Bramard, quien vive retirado en las montañas del Piemonte.
A Longo la calificación de "el Camilleri del norte" le parece "halagadora" y cree que lo que tiene en común con él son "personajes que buscan una relación con el territorio, pero siendo territorios distintos los personajes también lo son".
La novela negra de Camilleri es "solar" mientras que la mía es "crepuscular, más cercana a los thriller nórdicos", comentó.
Como Camilleri, Longo busca en la novela negra no solo el entretenimiento sino "dejar algún poso más, ya sea por la relación que se crea con los personajes o por mirar a las zonas oscuras de la sociedad y la política".
Y en Italia hay "muchas décadas oscuras, los años 60, 70 y 80" que son "un territorio riquísimo para un narrador".
En cuanto al momento político actual italiano, el escritor señaló que le "gustaría decir que es difícil y preocupante, pero no veo, más allá de quien gobierna, un cambio radical en los últimos 40 años en el tejido social italiano".
El problema italiano, apuntó, "no es solo de quien se presenta como candidato a las elecciones, sino una especie de disociación entre el interés individual y el púbico y hasta que no coincidan estos dos planos, la situación no cambiará. En Italia -subraya- se vota solo por interés de categoría o personal".
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